Buscando información sobre las elecciones en Estados Unidos me topé con la página del tanque de pensamiento «Stratford» que viene acompañada de una reflexión que en la traducción dice así: ¿Importa el Presidente? Y deja ver en el párrafo abreboca la importancia que se le da a la elección presidencial y el poco poder que tiene en realidad la figura del Presidente de Estados Unidos.
Ello me llevó a recordar una reflexión del camarada Fidel Castro en 2010 intitulada “El Imperio por dentro”, con un análisis sobre la base de basado un libro de Bob Woodward llamado Las guerras de Obama. En dichos textos narran cómo a dos días simplemente de resultar electo presidente por primera vez y un poco antes de ganarse el Premio Nobel de la Paz, disminuyendo su nivel, luego de una reunión con el Director Nacional de Inteligencia, Obama entiende que no puede cumplir algunas de sus promesas electorales, como retirar tropas de Afganistán, cerrar la cárcel de Guantánamo, entre otras a nivel sobretodo de su política exterior.
Eso, a su vez, nos lleva a estos días. El 9 de febrero –cuando todo Estados Unidos estaba pendiente de la contienda por las internas en New Hampshire, donde paradójicamente el autoproclamado “socialista” Bernie Sanders le ganó a Hillary Clinton en el Partido Demócrata y Donald Trump se impuso en el Republicano– resulta que en el Senado se estaba discutiendo el informe de inteligencia de este año, presentado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, la Agencia de Inteligencia de Defensa y la Agencia Central de Inteligencia (ODNI, DIA y CIA por sus siglas en inglés), revelando que las principales amenazas para EEUU en el 2016 la constituyen Rusia, China, Irán y Cuba, aunque menciona a otros países como Siria, Cora del Norte, Brasil, Nicaragua y Venezuela.
En este hemisferio las amenazas son principalmente en función de las relaciones con Rusia y China, y de ciertas crisis internas; aunque en el caso de nuestro país, durante la audiencia el orador Clapper habló de la profunda crisis económica que existía, luego de años de gasto público descontrolado, la falta de información estadística y la confrontación política existente.
Mucho se ha discutido sobre la reedición de la Guerra Fría, en la que la mayoría de los países que integran el Grupo Brics apuesta a la consolidación de un mundo multipolar, mientras EEUU se sigue creyendo el papel de gendarme necesario agarrado al “fin de la historia” de Francis Fukuyama sin darse cuenta de que vivimos otros tiempos.
Mientras tanto, el Presidente actual aplica el smartpower y logra acuerdos con Cuba e Irán. Interesante será ver hasta qué punto importa o no el papel del Presidente estadounidense, en medio del Complejo Militar-Financiero dominante, donde el peso de las agencias de inteligencia y lo que observan como amenazas a lo más importante que es su seguridad nacional, es crucial.