La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que “la democracia brasileña es fuerte y suficiente para prevenir que variantes golpistas tengan espacio en el escenario político”.
Así lo indicó luego de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) decidiera, por mayoría, abrir una investigación a la campaña que concluyó con la elección de la presidenta Rousseff y el vicepresidente Michel Temer.
“En un momento de acentuadas diferencias, son fundamentales los ejemplos de serenidad, apaciguamiento, respeto por la diversidad y búsqueda de un ambiente más ameno y amigable en el país”, señaló Rousseff.
Criticó a los distintos sectores que buscan anticipar su salida del gobierno y pidió imparcialidad a la justicia en la causa que comenzará a investigarla por supuesto financiamiento ilegal de la campaña que derivó en su reelección.
La acción judicial fue presentada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y se suma a otros tres procesos, también impulsados por ese partido, que se encuentran en manos de la Justicia Electoral. Las cuatro acciones pueden derivar en multas a la campaña o hasta incluso quitar a la presidenta y su vice del poder. Si el tribunal condenara a Dilma y a Temer, su victoria quedaría impugnada.
Por su parte, Flavio Caetano, abogado que representa a la mandataria ante el TSE dijo que el tribunal deliberó sobre la apertura de la investigación, y no sobre su mérito. Caetano negó irregularidades y aseguró que la demanda es jurídicamente “frágil” y sin pruebas.