El coordinador de Política Económica de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Diego Borja, dijo este viernes que Ecoalba es un espacio económico que se convertirá en la tercera economía de América Latina, junto a México y Brasil.
«Estamos hablando de un espacio económico que aglutina a más de 80 millones de personas y con grandes recursos naturales», expresó Borja, al ser entrevistado en el programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión.
Comentó que los presidentes miembros del Alba coincidieron que se han tenido grandes avances en el plano político, sin embargo, en el ámbito económico estaban detenidos, por ello surgió la creación de Ecoalba durante la XI Cumbre de los países del ALBA que se realizó en Caracas el pasado fin de semana.
Borja indicó que estos mandatarios decidieron darle un impulso muy fuerte a la consolidación económica para la integración de los países miembros de este organismo regional.
Señaló que se busca fortalecer el Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), moneda que es utilizada en las diferentes transacciones comerciales de los países miembros a través del Banco del Alba.
«Es un mecanismo con el que estamos comercializando entre varios países del Alba y la experiencia más exitosa la hemos tenido entre Ecuador y Venezuela. Queremos que esa experiencia se generalice en el resto de los países», señaló Borja.
Detalló que a principios del año 2012 se ha tenido un gran aumento de las transacciones (importaciones y exportaciones) en Sucre sobre todo entre Venezuela y Ecuador. Agregó que países como Argentina y Uruguay han evidenciado que tener una moneda propia de compensación les da un margen de libertad frente a la divisas.
Borja explicó que la moneda Sucre se diferencia del Euro, pues a su juicio éste último nació para favorecer a las grandes transnacionales y los mecanismos de especulación en Europa. «Aquí (Alba) la idea es otra, es las economías, la moneda, las instituciones económicas al servicio del ser humano y no a la inversa».
Consideró que el camino hacia la moneda común pasará por el fortalecimiento de las zonas económicas y de las capacidades productivas de «nuestras gentes y entonces ahí si tendremos una moneda que refleje esas nuevas condiciones».