Las reuniones que impulsó en mayo pasado el Gobierno del presidente Nicolás Maduro con los sectores productivos se mantienen, con el propósito de fortalecer la productividad y el acceso de los venezolanos a los bienes esenciales.
Este lunes, el Ministerio para la Alimentación recibió nuevamente a representantes de las principales cadenas de distribución de alimentos del país, con el fin de revisar las necesidades del sector y darles solución, en aras de garantizar el abastecimiento de productos de primera necesidad.
El viceministro de Políticas Alimentarias, Rafael Coronado, precisó que el abastecimiento ha tendido a normalizarse, aunque existen fallas puntuales.
«Estamos trabajando de la mano con ellos para corregir todos los detalles que se estén presentando», manifestó.
Una primera acción del Ejecutivo, activada en mayo pasado, fue el suministro de productos básicos a las redes privadas, a través de la estatal Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (Casa). Hasta ahora, por esta vía, 387 locales de 89 empresas han recibido 38.431 toneladas de alimentos: más de 15.000 de pollo, 10.500 de carne, 7.800 de aceite de soya y 1.000 de aceite de mezcla, 2.400 de pasta y 650 de otros rubros.
En el encuentro, precisó el viceministro, los privados han manifestado fallas en distribución en algunos rubros particulares de la cesta básica, así como la extracción de alimentos regulados en los puntos de distribución formales para luego revenderlos en el sector informal a precios especulativos.
«Bajo este esquema de extracción de alimentos de manera permanente y continua, mantener abastecido esos pisos de venta se hace complejo», agregó y destacó que el Ejecutivo impulsa acciones para enfrentar este tema.
Comentó que es un tema que es tratado en instancias del alto Gobierno y «se tomarán las medidas que correspondan. La venta informal nos está afectando sobre todo en la especulación. No se justifica que un producto regulado muchas veces sea triplicado su precio».
También mencionó el contrabando de extracción en las zonas fronterizas, para lo cual se han constituido comisiones con Colombia a fin de enfrentar este tema.
Insumos y especulación
Otro planteamiento de los distribuidores tiene que ver con presuntas dificultades de distribución hacia el oriente del país, aparentemente por incrementos en los fletes, así como en el acceso a insumos como plásticos, cartón y bandejas de anime, utilizados en la venta de los productos alimenticios.
«Todos esos elementos los vamos a revisar en conjunto los ministerios de Alimentación, Industria y Comercio. Vamos a llamar a las instancias que correspondan, empresas privadas que producen plástico, cartón, para ver sus dificultades y tomar las acciones correspondientes, sean permisología o divisas, para que estos temas no afecten el abastecimiento final», indicó.
Coronado garantizó que «el Ejecutivo Nacional, a través de los ministerios del área económico-productiva, está haciendo y seguirá haciendo todos los esfuerzos que correspondan para normalizar el abastecimiento. Estamos en esa batalla diaria».
Enfatizó que en este asunto hay sin duda un componente político de fondo. «Es una batalla que es a diario, donde elementos desafectos al Gobierno buscan generar angustia en la población, sacando los productos de sus canales normales de distribución, especulando de manera desmedida (…) Nos corresponde dar la batalla diariamente, resolviendo los problemas de los sectores productivos y las cadenas en sus rubros para minimizar ese efecto perverso», añadió.
Con respecto a la especulación, dijo que realizan las evaluaciones para enfrentar la situación con el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) y la Superintendencia de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (Sada).
El viceministro destacó, asimismo, la fortaleza de las redes públicas de producción, transformación y distribución de alimentos, que suman unos 22.000 puntos.
«En nuestras redes se respetan los precios regulados, no hay especulación, no tenemos ánimos de lucro y, a la vez, hacemos el esfuerzo por ser autosustentables», indicó el también presidente de los Abastos Bicentenario.
Estos puntos de venta públicos han registrado un incremento de casi 30% en sus ventas. En febrero pasado, tan solo el establecimiento ubicado en Plaza Venezuela, en Caracas, atendió a 130.000 personas y en junio a 185.000.
«Tenemos los productos que la gente requiere a precios que no se comparan con los del mercado. Estamos abastecidos. Cuando ves un Abasto Bicentenario o un Pdval (de la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos) desabastecido es porque la gente ya pasó y se llevó los productos. Estamos haciendo esfuerzos porque la demanda es muy grande», comentó.
Reconoció, sin embargo, que también son afectados por el desvío de sus productos al mercado informal, por lo que pidió a la población que acuda a los espacios formales para comprar sus alimentos, de manera de no dar cabida a quienes ven estos productos como un elemento para el lucro.
Controles en Zulia
Andrés de Cándido, de la Asociación de Supermercados del estado Zulia, que agrupa a unos 60 establecimientos, resaltó que en la región el abastecimiento de productos de la cesta básica se ha normalizado progresivamente, aunque persisten algunas debilidades en el pollo y la leche.
Destacó el positivo efecto del mecanismo de control contra el contrabando de alimentos regulados aplicado por la Gobernación, que establece la venta de una cantidad máxima de kilos semanales por persona. «Ha dado buen resultado. Ha frenado el ‘bachaqueo’ (contrabando) y ha logrado que los consumidores tengan acceso a productos como azúcar, arroz, harina de maíz», sostuvo en la reunión con Minal.
Explicó que el sistema registra en los establecimientos a las personas según su número de cédula, con lo cual tienen un máximo de compra semanal en productos como harina de maíz, arroz, leche en polvo, aceite, crema dental, jabón y papel higiénico. Puso como ejemplo la harina de maíz, de la que se puede adquirir un tope de cuatro kilos a la semana.
Del mismo modo, confió en que será una medida temporal que podrá levantarse en unos meses en cuanto se normalice el abastecimiento por completo.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa), Luis Rodríguez, aplaudió estos encuentros con el Ejecutivo pues los consideró una oportunidad de hallar soluciones «idóneas y rápidas» a las necesidades del sector.
Comentó entre ellas la especulación en las redes informales y problemas como el ausentismo laboral. Dijo que tienen un promedio de entre 18% y 20% de vacantes, aunado a 15%-18% de ausentismos, lo que suma casi 40% menos trabajadores diariamente.
Con respecto a la desviación de productos a las redes informales, añadió que han detectado camiones que se sitúan cerca de los supermercados y a los que están vinculados una treintena de personas que luego compran productos a precios regulados para revenderlos posteriormente con sobreprecio. En ese sentido, destacó la importancia de la fiscalización del Estado para ponerle coto a este ilícito.