Crecimiento del séptimo arte nacional incide directamente en la educación y la economía|Escuela Nacional de Cine: una alternativa para aprender mediante la práctica

El indiscutible crecimiento exponencial del séptimo arte venezolano ha tenido repercusiones en otros ámbitos distintos a la cultura como la economía y la educación. De hecho, el presidente del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), Juan Carlos Lossada, informó a finales del año pasado que la producción de películas en 2014 generó entre 8 y 10 mil puestos de trabajo directos e indirectos y produjo ingresos cercanos a los 58 millones de bolívares a los diferentes sectores involucrados en la realización cinematográfica.

Evidentemente todo este movimiento implica la necesidad creciente de personal preparado que, a fin de cuentas, son quienes determinan la calidad de una película entendida como un hecho cultural de creación colectiva.

Inclusive, según afirmaciones hechas en años anteriores por el realizador José Antonio Varela, expresidente de la Villa del Cine, uno de los pocos factores que en determinadas ocasiones ha detenido el crecimiento de producciones nacionales es la falta de personal capacitado que requiere la realización de una película.

Por otra parte, a decir de la editora de la guía profesional de medios audiovisuales Visor, Maite Galán, en los últimos años se ha incrementado la creación de casas productoras independientes. “Prácticamente por cada ópera prima que se hace, surge una productora pequeña que generalmente se asocia con otras, privadas u oficiales, para llevar a cabo la película que se va a hacer”, afirmó.

En este contexto de efervescencia y en la búsqueda para atender esa necesidad de contar con profesionales capacitados en el área audiovisual, nació la Escuela Nacional de Cine (ENC), institución que funciona dentro del Centro de Artes Integradas, entre Terrazas del Ávila y la Universidad Metropolitana, con la intención de formar de manera práctica e integral a quienes se inclinen por esta materia como profesión.

DESDE BOLÍVAR

En conversación con el Correo del Orinoco, la coordinadora Académica de la ENC, Patricia Villegas, recordó que la iniciativa de crear este centro de enseñanza surgió hace diez años desde Bolívar Films, productora ya cercana a los 75 años de operaciones, en donde, según Villegas, se han formado a lo largo de estas siete décadas y media varias generaciones de técnicos, productores y directores que han contribuido activamente a fortalecer el cine venezolano.

Para cubrir la carencia de personal capacitado, en la década de1980 Bolívar Films, como muchas otras productoras dedicadas al mercado de los comerciales, trajo desde el exterior especialistas en distintas áreas de la realización audiovisual.

“Cada vez que traíamos a alguien una de las condiciones era que tenía que tener a un grupo de venezolanos pegados como sus sombras para que aprendieran de ese conocimiento que podían aportar”, acotó la coordinadora.

Uno de esos profesionales, contó Villegas, fue el argentino Gabriel Brener, director y fundador de la ENC, quien ya radicado en el país, luego de 20 años de hacer comerciales y de ligarse con el sector cinematográfico venezolano, se acercó a Bolívar Films para proponer la creación de una escuela de cine con un formato de enseñanza en el cual se formó, con base en la práctica inmediata de lo aprendido en la teoría.

“Gabriel (Brener) Se acercó a buscar apoyo a Bolívar Films porque trabajó varias veces con nosotros y porque necesitaba una plataforma de una productora que entendiera el proyecto. Nosotros lo asumimos como una responsabilidad porque Bolívar Films ha sido como un centro de formación desde su fundación, cuando casi nadie sabía hacer cine en Venezuela”, señaló Villegas.

Así fue como, hace unos10 años, comenzaron a impartir, en Santa Eduvigis, Caracas, una serie de talleres destinados a personas que ya trabajaban en el medio, de tres meses de duración, tres días por semana, en horario nocturno.

Esa primera experiencia sirvió de base para conocer mejor las necesidades del sector, ubicar a los potenciales docentes y confeccionar un programa de estudio mucho más amplio, de cuatro años de duración que se puso en práctica a partir de 2010. Villegas recuerda que en esa segunda etapa se inscribieron 34 personas que antes de finalizar el curso estaban trabajando en el área.

Por la extensión y el tipo de público al que estaba dirigido en esta nueva modalidad (personas con ninguna o poca experiencia), se trasladó el curso al horario matutino, situación que les hizo notar que ya necesitaban otros espacios y adoptar un nombre propio: Escuela Nacional de Cine.

NIVEL UNIVERSITARIO

Con la intención de conseguir el aval del Ejecutivo Nacional y poder ofrecer un título universitario, en la ENC buscaron la asesoría de algunos académicos experimentados como Marina Polo, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien les recomendó ajustar un plan de estudio de tres años de duración, con las horas académicas correspondientes a un título de Técnico Superior Universitario (TSU).

“Nos pareció muy apropiada esa propuesta porque vimos que los muchachos, luego del primer año, comenzaban a irse directamente al mercado de trabajo. Los mismos profesores empezaban a ver muchachos talentosos y les ofrecían trabajo. Como el objetivo final es comenzar a trabajar en esto que les gusta eso comenzó a interferir con el tiempo dedicado a la parte académica y les costaba más continuar los estudios. Ya en tres años es más corto y es más fácil continuar hasta el final”, explicó la coordinadora.

Este nuevo programa se inició hace dos años y aún no cuenta con el aval del Ministerio para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología aunque, a decir de Villegas, “el plan de estudios es académicamente muy sólido”. De manera que solo faltan algunas formalidades relacionadas con algunas patentes y con el espacio físico donde funciona la ENC.

Una vez completos estos pasos burocráticos, se estima que antes de finalizar el primer semestre de este año se introduzca el expediente ante las entidades correspondientes para su posterior evaluación y aprobación que les permita otorgar los títulos de TSU.

LA PRÁCTICA HACE AL MAESTRO

Villegas enfatizó que desde el primer semestre los estudiantes de la ENC van directamente a la práctica de lo que se enseña en el aula. En líneas generales, durante las diez primeras semanas ven unas siete materias relacionadas con todas las áreas de la realización: guión, dirección de arte, dirección, producción, sonido, postproducción, dirección de fotografía y cinematografía.

En las siguientes 20 semanas se dedican a la preproducción, producción y postproducción de cada uno de sus proyectos, en los que todos pasan por las distintas disciplinas. “Por ejemplo, Patricia escribe el guión, dirige y postproduce su proyecto. Entonces en el proyecto de Luis, hace dirección de arte y de fotografía y en el de otro compañero produce y desarrolla las otras áreas”, ejemplificó.

De esta manera, al finalizar el primer semestre de un grupo de unos 30 alumnos, cada participante cuenta en su portafolios personales con 30 ejercicios audiovisuales en los que trabajó. Se trata de cortos de un minuto y medio, muy sencillos, para que las y los estudiantes tengan un primer encuentro con la realización audiovisual.

A medida que avanza la carrera aumenta el grado de complejidad. Por ejemplo, en el segundo semestre se hace una selección de los libretos que hace cada quien. “Esto los motiva a trabajar mejor para que seleccionen sus guiones”, señaló Villegas.

Una vez seleccionadas las historias se arman grupos y se rotan las tareas de uno a otro hasta que todos puedan experimentar cada una de las áreas involucradas.

CON RESPONSABILIDAD

Con respecto a las evaluaciones, además de colocar una nota, el grupo de profesores señala las fortalezas y las debilidades de cada trabajo, de manera que las y los estudiantes observen directamente cuáles fueron las fallas, qué pudieron hacer mejor y en dónde se desenvuelven mejor.

“Una cosa que nos parece muy importante, a parte de los aspectos técnicos y artísticos, es enseñarles la responsabilidad que cada uno de ellos van a tener cuando hagan trabajos que se proyectarán en una pantalla, frente a un público numeroso. Nos esforzamos para que tengan conciencia de lo que eso significa y de la importancia que debe tener eso que quieren decir y cómo lo van a decir”, subrayó la coordinadora.

Patricia Villegas comentó que una de las principales fallas detectadas en los bachilleres estudiantes de la ENC es en la expresión oral y escrita, diagnóstico que los ha llevado a reforzar la materia de guión.

“Los profesores de guión que hacen un trabajo enorme y los alumnos se dan cuenta de esas fallas en la expresión cuando ven sus trabajos y entienden que el texto es básico para lograr un buen trabajo audiovisual. Y nosotros justamente lo que queremos es elevar el nivel de calidad de nuestras películas y no solo en cuanto a que se entienda las historia sino en cuanto al contenido también”, insistió.

Antes de comenzar cada nuevo semestre, como ocurrirá e próximo 6 de marzo, la ENC hace en sus instalaciones una muestra, abierta al público de los mejores trabajos realizados en el período anterior.

“Con esto lo que queremos es que todos los alumnos compartan sus trabajos con familiares y con el público en general. En este sentido, estamos pensando en dirigir esfuerzos para ver si en los próximos semestres podemos postular estos trabajos a muestras y festivales nacionales y, por que no, internacionales. Queremos que nuestros alumnos egresen con un buen portafolio debajo del brazo y eso sería un aval muy importante”, consideró Villegas.

TALLERES Y DIPLOMADOS

A comienzos de marzo la ENC habrá completado tres promociones que comenzaron con el programa de cuatro años de duración y tienen en sus tres aulas y dos estudios un total de 84 participantes, más otros 30 que deberían llegar para el nuevo primer semestre que comienza, con el currículo adaptado para tres años.

Por otra parte, como ocurre en toda carrera, en la ENC es común que los grupos se reduzcan de un semestre a otro. Para compensar esto, para atender a estas personas, principalmente trabajadoras y trabajadores del medio que deseen desarrollarse en algún área específica, abren cada materia como talleres libres de un semestre de duración.

“Esto es muy rico, porque por una parte llegan personas diferentes a los grupos, y eso siempre implica un aporte, porque es una visión distinta y por otro, las personas interesadas en una sola materia no tienen que ver la carrera completa. Claro, está el asunto de las prelaciones, pero en esos casos siempre hacemos entrevistas a las interesadas y los interesados con los profesores para ver si el curso les puede ser provechoso o no”, aclaró.

Adicionalmente, la ENC siempre abre talleres específicos en distintas áreas, como por ejemplo Postproducción para videos de deportes extremos, dirigidos al público general que no necesariamente debe tener conocimientos de realización audiovisual.

Por otra parte, en alianza con la UCV, realizaron desde agosto de 2013 hasta septiembre de 2014 cuatro diplomados en cuatro áreas diferentes: Cinematografía, Guión, Producción y Dirección.

Se espera que para abril, se realice una nueva convocatoria para las segundas ediciones de estos diplomados, igualmente con el apoyo de la UCV.

Más adelante, tienen previsto también incursionar en el área de la enseñanza con internet como soporte, una modalidad que incluso está en el proyecto inicial realizado por Brener.

OPTIMISTAS

Así como hacer cine es costoso, Patricia Villegas reconoce que desde el punto de vista de los recursos “ha sido muy cuesta arriba llevar adelante este proyecto que tiene ya varios años. Nos pesa un poco el costo de la escuela. Quisiéramos tener la opción de tener apoyo para poder dar becas, aunque el CNAC nos acompaña un poco en eso. También colaboran las compañías de alquileres de equipos que nos cobran un porcentaje sumamente bajo en comparación al mercado profesional, aun así, se hace cuesta arriba. Sin embargo estamos muy entusiasmados y optimistas con esto”, confesó.

COMO EN SAN ANTONIO DE LOS BAÑOS

Una de las características de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, en Cuba, es contratar a profesores internacionales que tengan una probada experiencia para que pasen un tiempo como docentes antes de iniciar un nuevo proyecto.

De esta misma manera, pero por supuesto a una escala local, la Escuela Nacional de Cine, en Caracas, cuenta generalmente con la colaboración de cineastas reconocidos que hacen un alto en sus agendas para enseñar lo que saben.

Entre algunos de los realizadores que se han dedicado a la docencia en la ENC se cuentan Alejandro Bellame, Ignacio Márquez, Rafael Marciano y Alejandro Gamero Orlando Rosales, así como la directora Alejandra Szeplaki, entre muchas otra y otros.

DISPUESTOS A COLABORAR

El año pasado, por disposición del presidente Nicolás Maduro, se creó una comisión multidisciplinaria para estudiar la posibilidad de crear en Venezuela una universidad del cine. Para esto, se realizó una visita a distintas instituciones educativas nacionales e internacionales especializadas en el área.

Aunque hasta el momento la Escuela Nacional de Cine, en Caracas, solo sabe del proyecto por lo publicado en prensa, “estaríamos completamente dispuestos a colaborar y aportar la experiencia que hemos tenido hasta ahora. Pensamos que lo importante es sumar y más si se trata de fortalecer el cine venezolano”, prometió la coordinadora Académica, Patricia Villegas.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Jonathan Manzano–Cortesía ENC

Hola! soy estudiante de comunicación social en la UCSAR. estoy interesada en los talleres que pronto vallan a realizar.
Gracias!