Esperando el nacimiento del nuevo Sol. En compañía de nuestras más profundas creencias. Recordando que una mujer, casi niña, tuvo la oportunidad de decir que “sí”, cuando se le anunció que había sido escogida para ser la madre del Mesías (porque a María no se le impuso la maternidad, la revolución del cristianismo fue el basar una religión en el derecho de todos los seres humanos a decidir según su conciencia y en diálogo personal con el creador).
Confiadas que alguien divino o terrenal leerá estas líneas este año las feministas deseamos que se nos concedan los siguientes regalos: Que entienda nuestra sociedad que el aborto es una realidad y que su penalización lo único que logra es exponer a las mujeres a redes de tráfico, abortos realizados sin condiciones sanitarias, a la usura de la medicina mercantilizada.
Que a las que más afectan son las mujeres pobres que en su desesperación acuden a métodos como agujas de tejer, ganchos de ropa etc. Es por esto que deseamos desde todas las células de nuestro cuerpos: aborto legal y seguro; que se masifique y se instruya sobre el uso del lenguaje de género en todas las instituciones del Estado. Especialmente en las que dependen del ministerio de Educación.
Iluminación para las mentes machistas, especialmente la de nuestros camaradas. La despatriarcalización del Estado; paridad en la participación política. Respeto y paz para vivir con dignidad, sin violencia y con libertad; que cada mujer asuma el conocimiento de sus derechos y que jamás piense que es natural la subordinación a la que es sometida por la sociedad, cultura y educación.
Que todas entendamos que lo único natural es que nos revelemos y luchemos contra el patriarcado; tener medios de comunicación públicos y privados que trabajen en la construcción de nuevas formas de comunicar y que no se limiten a copiar modelos colonizadores y machistas en nombre del rating; que la Cerveza Regional asuma su responsabilidad en la lucha contra la violencia de género y busque otra forma de vender: una en la que la mujer no sea humillada, ni cosificada, donde sea tratada como humanas y no solo como tetas sin rostro; que quienes escriban “humor” puedan superar su hueco creativo y dejen de ridiculizar a las personas de sexo-genero-diversidad y a todas las mujeres y, deseamos con todo el corazón que en los medios de comunicación aparezcan mujeres de verdad, sin cuerpos deformados por la silicona, ni vestidos súper incómodos que solo satisfacen los deseos casi infantiles de algunos varones.
Y para todas aquellas personas que nos leen cada martes, que usan esta página para discusiones en sus espacios de lucha y quienes nos acompañan en la construcción de la Matria socialista, en esa Revolución Feminista y Bolivariana que nos encargó el Comandante, les deseamos que ¡pasen niño jeunas felices fiestas!