Tres elementos, expresidentes de México, Colombia y Chile, vinieron a Caracas invitados por la moribunda oposición –no se puede dejar de reconocerles sus cuatro y medio millones de votos contra Hugo Chávez / Nicolás Maduro– para participar en un foro, al menos fue el pretexto, quizás pensaron que de esa forma no se les negaría la entrada; aun cuando suponemos que su verdadero propósito y el de sus huéspedes de honor era que regresaran para expresarle al mundo la “caótica situación de Venezuela” y la “no existencia de democracia alguna”, la que ellos jamás tuvieron en sus propios países.
Otros objetivos podrían ser darle motivos nuevos a las redes de los autollamados líderes de la MAD…MUD… para hacerle interesantes sus mensajes. Figúrense el mundo estaría pendiente de esas opiniones ajenas y se enteraría de “la verdad”, como agua cristalina, creyéndoles sus necedades.
Es así que el presidente colombiano Andrés Pastrana hasta llegó a decir que “sentía inmensa preocupación” de saber si los colombianos en nuestra tierra «estaban comiendo», tema que no le causó dolor alguno cuando no lo hacían en su Gobierno. Por caminos verdes, ante la pobreza, la gran mayoría se venía a Venezuela ¿o, no? Se tienen serias dificultades, pero se arreglarán, es la esperanza de todos.
El país siempre ha estado abierto a recibir a extranjeros deseosos de venir a establecerse y son muchos de Colombia, Dominicana, Ecuador que lo han hecho, mas hacia fines del siglo pasado. Trabajan y han aportado al país, no hay duda, pero otros también solo han comprometido los nuevos servicios sociales, ausentes en sus países, con entrada puntual a todas las Misiones creadas por el presidente Hugo Chávez.
La población venezolana creció de 20 a 30 millones entre los años 2000 y 2010. No puede ser solo con base en los nacidos de padres venezolanos. Todos con sus cédulas, obtenidas en este Gobierno, con acceso gratuito a educación, y mas que todo a servicios médicos, con el excelente aporte de la Misión Barrio Adentro, cerca de sus humildes viviendas y luego en Centros Asistenciales, como el Salvador Allende, entre Chuao y Las Mercedes; por cierto, donde muchos de clase media «pa’rriba» opositora son atendidos, sin distinción alguna por especialistas cubanos venidos con ese fin.
¿Quién los ha invitado? Nadie, pero están en su casa. ¿Quién se regresa, Pastrana? Nadie. ¿No comió usted completo y bebió lo que le vino en ganas con sus cómplices? Diga la verdad. Sea hombre. Sea valiente. El venezolano quiere y desea el bien de su país y demás. ¡Somos así!