El Gobierno español trabaja en un proyecto de Ley de Reforma Integral de los Registros, en el que se establece que los inmigrantes que deseen adoptar la nacionalidad española deberán aprobar un examen oficial y cumplir con un requisito de juramento o promesa de fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes.
En el examen, los extranjeros deberán demostrar un grado suficiente de conocimiento del idioma español y de su integración en la sociedad española para adquirir la nacionalidad, reseña el portal www.publico.es.
Además, el proyecto incluye nuevas vías para acordar la pérdida de la nacionalidad española.
Se perderá por «razones imperativas de orden público o de seguridad o interés nacional» o cuando se «entre voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo político en un Estado extranjero». En la actualidad, esto sucede solo cuando se haga contra la expresa prohibición del Gobierno.
La nacionalidad española se concederá por el Ministerio de Justicia, previo expediente tramitado por la Oficina del Registro Civil competente.
La normativa se prepara en tiempos de crisis, cuando cerca de 500.000 españoles han abandonado el país debido a la situación económica y el severo programa neoliberal de ajustes diseñado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se aplica en el país desde 2008.
Actualmente los índices de desempleo en España afectan a cerca de 6 millones de personas. Y el Gobierno ha aplicado recortes presupuestarios a los servicios públicos, como salud, educación y pensiones.