La rebelión popular del 27 y 28 de febrero, denominado El Caracazo, en rechazo a las medidas económicas impuestas en el gobierno de Carlos Andrés Pérez, fue el resultado de las políticas erradas que se impusieron en la IV República, indicó este sábado el diputado a la Asamblea Nacional (AN) por parte del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) Jesús Farías.
«El Caracazo es el resultado de la crisis de un modelo de desarrollo en lo económico, en lo político, en lo social. Se asocia a El Caracazo al incremento de la gasolina, eso no es correcto. Eso fue una especie de chispa, que incendió un polvorín», expresó en una entrevista realizada en el programa Mesa Informativa, transmitida por Venezolana de Televisión.
Durante la entrevista, Farías señaló que este estallido social, generó un punto de inflexión en los gobiernos que habían existido en el país, donde no se contaba con una programa para solventar la crisis económica que se estaba viviendo. Así el 27F se convirtió en «la antesala a la Revolución Bolivariana», la cual se gestó con la insurrección militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el comandante Hugo Chávez, y nació con su victoria electoral en 1998.
Por su parte, el economista Vladimir Adrianza indicó que el estallido social del 27 de febrero, fue producto de un conjunto de medidas aplicadas en años anteriores, que dejó a Venezuela con un endeudamiento insostenible para la nación, donde el gobierno de los Estados Unidos (EEUU) impuso su hegemonía durante en el gobierno de Luis Herrera Campins (1979-1984), realizando la primera devaluación de la moneda en el país, así como un refinanciamento de la deuda.
«Venezuela debería dejar de un lado la postura que había tenido para negociar la deuda en bloque latinoamericano, y después de todo esto fue impuesto un refinanciamiento de deuda, que realmente convirtió una deuda de 13 mil millones de dólares en 30 mil millones de dólares para pagar en 14 años, y eso llevó a Carlos Andrés Pérez a producir, a implantar un conjunto de medidas, producto de un concepto del Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que surgió El Caracazo», enfatizó.
GUERRA ECONÓMICA BUSCA RESTABLECER HEGEMONÍA NORTEAMERICANA
Durante la entrevista, Adrianza indicó que la guerra económica, implantada en Venezuela desde el 2013, y respaldada por los EEUU, responde al interés del gobierno norteamericano de restablecer en los países latinoamericanos su hegemonía, perdida gracias a la expansión de la Revolución Bolivariana.
Además, señaló que detrás de los ataques del gobierno de Barack Obama contra Venezuela, se encuentran dos elementos fundamentales: «el control de la reserva petrolera y destruir las organizaciones internacionales que dan forma a esta nueva América Latina, que tenemos hoy en día».
Por su parte, Farías criticó las declaraciones de sectores de la burguesía, quienes señalan que la guerra económica en el país es similar a lo ocurrido en 1989 y a las medidas económicas impuestas en ese momento, lo que llevó a que surgiera el estallido social.
Una de las grandes diferencias «es que ahora esta crisis económica se está resolviendo, se está avanzando en su resolución, tomando en consideración los grandes intereses del pueblo. En aquel entonces, cayó como una bomba sobre la espalda de los trabajadores, un paquete de medidas que empobrecían e inundaban al pueblo a niveles de pobreza como nunca se había conocido», recalcó.
A principios de 1989, la pobreza en la cual vivían cinco de cada diez hogares venezolanos se recrudeció por los recortes aplicados por Pérez en los recursos destinados a atender las necesidades del pueblo. Así, la cifra de «gasto» social, como era concebido en la IV República, bajó de 7,3% en 1988 a 6,9% para 1989. El presupuesto para educación se redujo de 12.005 millones de bolívares en 1988 a 10.635 millones en 1989. Los recursos para la salud descendieron de 5.599 millones de bolívares en 1988 a 4.311 millones en 1989.