Para el director, el Goya es un espaldarazo a la cinematografía venezolana|Ferrari: el valor de Azul y no tan rosa es lograr una la conexión emocional con el público

El cine venezolano continúa su crecimiento sostenido, no solo en la cantidad de producciones y en el considerable incremento de su capacidad para convocar al público, sino además en su calidad, reconocida en prestigiosos certámenes del mundo entero. Tan solo el año pasado se alcanzó una cifra récord cuando las producciones criollas obtuvieron 71 premios internacionales, entre ellos el máximo galardón en un festival internacional Clase A (San Sebastián, España), entregado a Pelo malo, de Mariana Rondón. Este 2014 el séptimo arte nacional demuestra que se trata de algo más allá de una excelente racha, cuando el domingo pasado la ópera prima de Miguel Ferrari, Azul y no tan rosa, recibió el Premio a la Mejor Película Iberoamericana en la edición número 28 de los Goya, certamen considerado como el Oscar español.

Azul y no tan rosa toca el controversial tema de la homosexualidad por medio de la historia de Diego (Guillermo García), un fotógrafo homosexual que debe enfrentar esta condición ante su hijo heterosexual (Ignacio Montes). La obra fue un éxito en taquilla con más de 500 mil espectadoras y espectadores y logró permanecer 33 semanas en la cartelera venezolana.

“Estoy muy contento porque en medio de las dificultades del país este premio es una muy buena noticia, especialmente para la cinematografía venezolana y para los cineastas y compañeros que trabajan mucho y vienen trabajando muy duro con muchas ideas originales y frescas”, comentó Miguel Ferrari al Correo del Orinoco, vía telefónica desde Madrid, España.

– De alguna manera este premio te obliga a mantener una buena calidad en tu trabajo ¿Cómo asumes este galardón?

-El público que me conoce y que ha seguido mi trayectoria como actor sabe que siempre doy lo mejor de mi y siempre intento superar el trabajo anterior. Mi trabajo como actor siempre ha sido así y, por su puesto, será lo mismo en mis futuros trabajos como director. Creo que este premio es un espaldarazo, no solo para mi carrera sino para la cinematografía venezolana en general. No viene mal tener dentro de tu trayectoria un premio de este prestigio y esta envergadura, porque quienes hacemos cine sabemos que una de las cosas más complejas es encontrar el financiamiento para nuestras películas, pero una vez que tienes un filme que ha sido premiado de esta manera, probablemente se te hace mucho más fácil encontrar gente que confíe en ti, para financiar tu trabajo.

-¿Cuál cree que ha sido la clave del éxito para esta película, una de las obras venezolanas más taquilleras de los últimos tiempos en nuestro país?

– La mayor fortaleza de la película es la conexión emocional que genera con los espectadores. Esto se se logra gracias a un trabajo auténtico con los actores y las actrices que son los que finalmente se conectan con el público. Esa es su gran valor.

-Los Goya son una excelente vitrina de promoción. En estas pocas horas que han trascurrido… ¿Le han hecho ofertas para distribuir la película en otros países?

-La compañía alemana Luna Film, que es nuestra agente de ventas, ya había conseguido la distribución de la película, antes de los Goya en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Polonia y todos los países francófonos de la Unión Europea. Me imagino que después de esto la película conseguirá una mayor distribución a escala internacional. Aún es muy pronto, lo del premio fue apenas anoche (el domingo), pero esperemos que sí.

-¿Después de esto cree que el filme se programe nuevamente en las salas nacionales?

-Probablemente, no lo sabemos pero estamos en eso. Creo que sería una excelente idea y un momento bastante oportuno para hacerlo.

-¿Cuándo tiene pensado regresar a Venezuela? ¿Se va a traer la estatuilla en la maleta o en la mano?

– ¡En la maleta jamás! ¿Te imaginas que pierdan esa maleta? Yo me lo llevo en la mano, voy a entrar por Maiquetía con El Cabezón en la mano. No tenía planteado regresar tan pronto, porque tengo algunos compromisos y pensaba quedarme más tiempo por acá. Pero en vista de esto, tendré que ver de qué manera abro un hueco y me acerco por allá.

-¿Nos podría hablar de esos compromisos?

-Quiero desarrollar el guión de mi próxima película. Quería quedarme tranquilo aquí y concentrarme en escribir el guión que es una parte muy importante de una película.

-¿De qué se trata este nuevo proyecto?

-Es demasiado pronto para hablar de eso. No quisiera adelantar nada porque hay mucha gente por ahí que roba ideas. Y en este medio las ideas son lo más importante, es lo que tiene mayor valor en este negocio. Tener buenas ideas no es algo tan fácil de lograr. Prefiero guardármelo y contarlo en el momento oportuno.

-Durante la ceremonia de entrega de los premios el presidente de la Academia de Cine de España, Enrique González Macho, declaró que hacer películas en ese país era “un acto heroico”, mientras que el productor español de su película dijo que allá deberían aprender de lo que ocurre con el séptimo arte en Venezuela.

-Nosotros tenemos una ley de cine en Venezuela. Es una ley extraordinaria, producto de muchos años de trabajo de generaciones de cineastas que trabajaron mucho por conseguirla desde de los años ochenta y noventa y que finalmente se logró tener. Ahora, las nuevas generaciones de realizadoras y realizadores, estamos disfrutando de los frutos de ese trabajo. La ley tiene muchas bondades, entre estas, un mecanismo fiscal para sustentar el cine por medio de impuestos a la empresa privada que administra Fonprocine (Fondo de Promoción y Financiamiento del Cine).

OTROS PREMIOS

En la última edición del Festival de Mérida, Azul y no tan rosa recibió cuatro premios: Mejor Ópera Prima, Mejor Guión, Mejor Actor para Guillermo García, Premio Especial del Jurado. En el Festival de Cine entre Largos y Cortos de Oriente (ELCO), fue premiada en las categorías: Mejor Producción, Mejor Actriz de Reparto para Hilda Abrahamz, Mejor Póster y Premio del Público.

Fuera de nuestras fronteras la obra de Miguel Ferrari fue distinguida como Mejor Largometraje de Ficción en el Image Nation de Montreal, Canadá; el Premio Max como Mejor Largometraje de Ficción en el Festival de Cine El Lugar Sin Límites de Ecuador y Mejor Largometraje de Ficción para el público en el Festival Internacional de Cine LGBT de Andalucía, España.

Texto/Luis Jesús González Cova
Foto/EFE

Me parece una historia que toca la parte sensible, el amor, pasión del ser humano así como la dedicación del trabajo la lucha por conseguir los sueños y la relación padre e hijo en la adolescencia, Vista desde otra óptica muy diferente a la que se esta acostumbrada a ver. Muy interesante me gusto mucho—