La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, informó este miércoles que el Ministerio Público (MP) avanza en las investigaciones sobre el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, perpetrado por la derecha nacional e internacional.
“Hasta ahora nosotros (la Fiscalía) hemos obtenido una sentencia condenatoria para 10 funcionarios, que en ese momento se desempeñaban como agentes de la Policía Metropolitana de Caracas (capital venezolana), también tenemos siete causas en fase preparatoria, es decir, en fase de investigación”, explicó la fiscal venezolana en entrevista exclusiva para teleSUR.
“Las 10 personas que fueron condenadas lo fueron por los delitos de violación de domicilio, homicio calificado, tortura, quebrantamiento de pactos y convenios internacionales, abuso de autoridad y privación ilegítima de libertad”, explicó Ortega Díaz.
Además “se han citado hasta ahora 17 personas para imputar, los cuales no han concurrido al Ministerio Público y estamos ya considerando adoptar otras medidas coercitivas para obligarlos a que comparezcan al Ministerio Público para realizar la imputación”, señaló.
Indicó además que hay “21 personas prófugas de la justicia venezolana, entre ellos civiles y militares”.
La autoridad venezolana recordó que los hechos de abril de 2002 “tienen muchas aristas, ocurrieron muchas situaciones donde se vulneraron derechos humanos, donde se cometieron crímenes de lesa humanidad, crímenes que atentaron contra la integridad física de las personas, contra la vida de las personas y que era necesario recabar un conjunto de elementos”.
Algunos elementos “desafortunamente desaparecieron, porque en ese momento, como parte de la conspiración, como parte de ese golpe de Estado, también estuvo desaperecer pruebas, destruir elementos de interés criminalísticos”, afirmó.
Pese a esto, la fiscal aseguró que “seguiremos avanzando y vamos a dar respuesta, vamos a dar resultados satisfactorios no solamente para las víctimas, para los familiares de las víctimas que lograron sobrevivir, sino también para todo el pueblo venezolano y que sirva de ejemplo para los pueblos del mundo”.
El golpe de Estado del 11 de abril de 2002 fue encabezado por el empresario Pedro Carmona Estanga, con el respaldo de algunos militares y de Estados Unidos.
Los golpistas derogaron la Constitución y disolvieron los poderes públicos, además emprendieron una persecución de ministros y otras figuras políticas del Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Asimismo, la extrema derecha venezolana trató de asaltar la sede diplomática cubana, en una acción liderada por el entonces alcalde Henrique Capriles Radonski, actual candidato de la oposición para las elecciones presidenciales a celebrarse el próximo 7 de octubre.
Pese a estas acciones violentas, el pueblo venezolano salió a las calles para enfrentar el golpe y reclamar la liberación y el regreso al poder del presidente Chávez, quien había sido secuestrado.
El presidente Chávez regresó al Palacio de Miraflores el 13 de abril de 2002 con el apoyo de su pueblo y de militares leales.