Todavía no hemos visto morir a Eduardo Galeano, todavía no somos zona de guerra de escala mayor, pero lo que la prosa poética nos mostró él fue muy claro en términos de las políticas injerencistas, él que nos dio luces ciertas desde hace más de 40 años al decirnos que la ofensiva imperial está en marcha y en proceso de escalarse, nos convoca a conocer esas estrategias imperiales y estar al tanto es nuestra mejor arma para comenzar a transformar los escenarios políticos, económicos, militares, sociales, productivos e incluso culturales a objeto de -en tiempos de paz- constituirnos en fortalezas de resistencia ante ese contexto posible.
Las venas abiertas de Galeano las vimos en la VII Cumbre. Venezuela ciertamente fue una de ellas que sigue siendo “una amenaza” para Estados Unidos, no desde la perspectiva bélica o de seguridad, sino desde sus índices de vida; allí está la amenaza para EEUU, de manera que desde la visión de hegemonía imperial resultamos un problema a resolver para las élites políticas y militares que dirigen los hilos de poder en ese país.
En 2000 el Gobierno de Estados Unidos emitió el documento estratégico titulado “Joint Vision 2020”, que está vigente y que se está cumpliendo a cabalidad, en el cual indican que “…Estados Unidos continuará teniendo intereses globales y está comprometido con variados componentes y actores regionales(…)” y más adelante señala “… estamos preparados para ganar un rango completo de operaciones militares en cualquier parte del mundo…”. Por lo tanto lo que diga o no el presidente Barack Hussein Obama le importa un bledo a la maquinaria de guerra estadounidense.
EEUU ha ensayado en Venezuela distintas escalas de intervención por vía encubierta y ciertamente, como lo indicó el presidente Nicolás Maduro “…la embajada de Estados Unidos es una maquinaria de guerra…”.
El Gobierno de ese país seguirá ensayando las maneras de derrocar al Gobierno Bolivariano, y nosotros las maneras de seguir teniendo Patria, para curar las venas abiertas que nos dejaron 40 años de exclusión, violencia, corrupción y despojo tal y como lo señaló Galeano en su obra que hoy sigue vigente.