El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linea, exigió a la oposición de su país dejar de poner trabas, chantajes y presiones que intentan bloquear el voto del sector campesinos e indígena, que falta por contar tras la jornada comicial del pasado domingo.
«Un voto de la ciudad, vale lo mismo que uno del campo», dijo y reiteró que la mayor parte de estas poblaciones rurales favorecen la opción del Sí en el referendo constitucional.
García Linera llamó a respetar el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE), para que cuente con transparencia los votos restantes, «los de nuestros hermanos campesinos». «Que gané quien el pueblo decidió, dejen trabajar a autoridades electorales», instó García Linera a la oposición.
«Abandonemos este ‘matonaje’ político y electoral, en contra del voto campesino e indígena», pidió y denunció al tiempo que tales acciones buscan «anular actas del sector campesino que falta por contabilizar».
El político boliviano insistió en que «nosotros hemos respetado el voto del No que prevaleció en las ciudades. Pedimos que la oposición se serene y respete la voluntad definitiva del pueblo».
DIFERENCIA SE REDUJO
El vicepresidente del Estado Plurinacional señaló que «la diferencia hoy se redujo a 7 puntos» entre la opción del Si y el No sobre una reforma constitucional que permitiría la reelección del presidente Evo Morales en el año 2019.
Informó que aún «falta contabilizar 17% de votos de áreas alejadas» y aseguró que el voto indígena es de apoyo al presidente Morales.
El mandatario y su vicepresidente iniciaron su primera gestión en 2006, la segunda en 2010 y la tercera en 2015.