La Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), política revolucionaria impulsada por el presidente Hugo Chávez ha permitido entregar durante los últimos 2 años 20 casas por hora a familias de escasos recursos.
Según el titular del ramo, Ricardo Molina, los recientes ataques de sectores extremistas de la derecha venezolana contra los urbanismos se deben al temor de la burguesía por el ejemplo que constituye este programa gubernamental
Molina reiteró que gracias a la iniciativa chavista en el país se construyen 380 mil viviendas. En Venezuela se han construido 374 mil 781 casas en apenas 24 meses, lo que representa 25 millones 85 mil metros cuadrados de construcción.
Como parte de esta acción del gobierno socialista 513 familias están asentándose en nuevos hogares cada día.
“Ellos (Oposición) nunca fueron capaces, ni estuvieron dispuestos a hacerlo estuvieron dispuestos a hacerlo por la inversión social que esto representa” aseguró Molina quien ha sido blanco de ataques por los medios privados luego de un video difundido a través de las redes sociales en el que llama a la reflexión a trabajadores de la institución, en aras de evitar la confrontación y la violencia.
EVITAR LA CONFRONTACIÓN Y LA VIOLENCIA
Desde la derecha se ha impuesto una matriz de opinión que pretende mostrar una supuesta persecución laboral en contra de los empleados que votaron contra Nicolás Maduro y que han expresado abiertamente su desapego al proceso revolucionario.
Aclaró que la asamblea que muestra el material audiovisual se efectuó con trabajadores del ministerio y no con beneficiarios de la GMVV, tal como se quiso mostrar.
Fue “una asamblea que se dio con nuestros trabajadores, que se dio el martes 16 en la mañana, visto que había una situación de mucha incertidumbre desde el área de los medios de comunicación privados y nuestra gente estaba preocupada”, explicó.
Molina precisó que en el país había un golpe de Estado en pleno desarrollo y todo el equipo de Gobierno estaba trabajando para detenerlo. En el caso del ministerio se hizo un llamado a no aceptar ningún tipo de actitud fascista, dado que ya se venían observando mensajes de burlas sobre la enfermedad del comandante Hugo Chávez entre algunos empleados.
Enfatizó que “no voy a permitir que la violencia de esta gente del candidato perdedor se genere dentro del espacio que yo estoy comandando actualmente (…) nos negamos y nos negaremos a esas actitudes fascistas, al irrespeto de nuestro comandante”, al tiempo que afirmó que “nadie pudiera decir que se siente perseguido”.
Texto/Yorcellis Bastidas y Rafael Leyva
Foto/Captuta VTV