Ante la imposibilidad de concretar el apoyo suficiente para derrocar el Gobierno popular Bolivariano en tierras venezolanas, los pitiyanquis de la MUD han concertado una macolla internacional contra Venezuela, el pueblo y el Presidente Nicolás Maduro. Esa macolla se sirve de los residuos del neoliberalismo aplicado durante las décadas de los 80 y 90 del siglo XX en toda América Latina, por ello usa a los muy desprestigiados expresidentes (Pastrana, Piñera, Toledo, otros) quienes cumpliendo a cabalidad, el papel de títeres de las grandes corporaciones internacionales, vociferan toda clase de estupideces contra nuestra nación, en desconocimiento absoluto del proceso de trasformación que ha evidenciado nuestro pueblo desde hace casi 20 años.
Esos mismos que carecen de moral para hablar a sus pueblos y que solo son reconocidos por universidades neoliberales y empresas del imperio, pretenden ahora deslegitimar la capacidad de actuación de una de las hijas de esta nueva época que vive nuestra América, me refiero a la Unasur.
Desde hace semanas, el Gobierno imperial de los EEUU bombardea sistemáticamente a la Unasur e e intenta reactivar la oprobiosa OEA como supuesto espacio imparcial para el abordaje de los problemas de la región. Los expresidentes títeres que vinieron de paseo por Venezuela lo hacen solicitando la activación de la Carta Democrática y el pronunciamiento de la CIDH con la clara intención de justificar una intervención extranjera en nuestra patria.
Por su parte, la MUD juega el rol más miserable de todos, el de intentar quebrar la paz de los venezolanos y vender la patria a los intereses extranjeros. Por ello actúa en todos los frentes, su esquizofrenia es muestra del desespero por asaltar el poder pero también demuestra la inexistencia de unidad de criterio respecto de cómo hacer la política. Así, mientras se sientan a dialogar en una mesa con el Gobierno y Unasur, al mismo tiempo uno de sus voceros crítica y descalifica el encuentro; hacen solicitudes absurdas y fuera de agenda, caotizan permanentemente cualquier escenario que procure la paz, todo para servir al interés imperial de hacerse del petróleo de nuestra Patria.
Descalificar Unasur es un paso más del golpe continuado, la finalidad es denunciar la supuesta parcialidad del ente para solo asumir como valedero un espacio decadente y servil a los EEUU como lo es la OEA, donde los títeres del imperio apoyarían con beneplácito una intervención militar en Venezuela.
Nuevamente será la audacia para fortalecer nuestras propias iniciativas de unión regional la que podrá superar este golpe que ya abiertamente no es solo contra Venezuela sino contra toda la región que apueste por una política progresista, soberana y en beneficio de sus pueblos y no del capital internacional. Por eso, así como con descaró señaló Obama que “harán lo necesario para que los países hagan lo que ellos (EEUU) quieran”, ahora aplican el mismo guión contra la Unasur. Atentos ALBA, Petrocaribe, Celac.