El número de usuarios con estas afecciones va en aumento|Hospital Vargas atiende a pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal

En el Servicio de Gastroenterología del Hospital José María Vargas era muy esporádica la llegada de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. Pero este número se disparó. “Ayer tuve 12 pacientes”, relata Guillermo Veitía, jefe del servicio desde hace 10 años: ocho mujeres y cuatro hombres. Ese ayer al que hace referencia ocurrió esta semana: el martes 8 de julio. La conversación con el Correo del Orinoco se escenifica 24 horas después, cuando el centro asistencial caraqueño está repleto de gente y en el mismo servicio se agolpan usuarias y usuarios. “Atendemos un volumen de 600 a 700 pacientes por semana”, calcula. Esta tarea recae en seis médicos adjuntos, cuatro residentes y el jefe.

En el escritorio de Veitía hay historias médicas y papeles. Su oficina no es realmente una oficina, sino un consultorio en el que las y los pacientes cuentan sus cuitas y son examinados. Es gastroenterólogo, pero no por ello deja de beber café. Y se lo toma negro. Sostiene que lo malo no es un cafecito varias veces al día, sino el abuso.

Hace cinco años fue creado el Grupo Venezolano de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, con sede en el Servicio. Lo hicieron “por el aumento en la incidencia y en la prevalencia de la enfermedad inflamatoria”, porque era “una enfermedad muy esporádica” pero ahora se ha convertido “en una enfermedad no muy frecuente, pero cuya frecuencia ha aumentado”, resume Veitía. Igual que la hipertensión, esta es una enfermedad crónica, que “evoluciona con mejorías y recaídas” y que se mantiene bajo control “con una buena adherencia al tratamiento”.

El médico atribuye ese incremento, probablemente, a “la calidad de vida que llevamos”, con el estrés y las preocupaciones, “la alimentación desorganizada”, la ingestión de bacterias que se suman a las que los seres humanos ya albergan en sus vías digestivas. A esto “no se le presta mucha atención”, admite el médico, hasta que aparecen los trastornos.

DE LA DIARREA

El origen de la enfermedad inflamatoria intestinal, sin embargo, es desconocido. Veitía refiere algunas teorías que intentan explicarla, como la infecciosa (microbios que generarían esta reacción del organismo); también, la genética: “Se dice que probablemente en una familia puede haber más de una persona con la enfermedad”. Igualmente, la inmunológica, porque el sistema de defensa del organismo “está alterado”; y la psicosomática. Es probable que el estrés, más que ser el causante, sea el culpable de complicar la situación.

“Tal vez un agente infeccioso actúa como el antígeno en una persona que está predispuesta genéticamente”, y eso lleva a la enfermedad. Pero Veitía aclara que es una patología muy compleja, que en cada persona se presenta de una manera, por lo que las explicaciones únicas no tienen mucho sentido. Puede suceder que diferentes organismos desencadenen “una diarrea aguda”, que en la persona sin predisposición genética se cura, pero en la persona con predisposición genética y un sistema inmune permeable “evoluciona hacia la cronicidad”. Lo que nadie pone en duda es que, al lado de otras afecciones gastrointestinales, estas enfermedades son “mucho más severas”.

SUCEDE EN LAS ENTRAÑAS

El concepto de enfermedad inflamatoria intestinal agrupa dos afecciones: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, puntualiza el galeno. La primera vulnera el colon, de manera parcial o total, con síntomas más severos mientras más extenso sea el problema. La diarrea es, si se quiere, la señal “estrella” de este trastorno, acompañada por moco y sangre, además del dolor abdominal y la pérdida de peso. “Hay dos grupos de edades más afectados: la segunda y tercera década de la vida y la quinta década”, precisa. La enfermedad puede aparecer “con una manifestación extraintestinal”, como artritis o problemas de piel.

Lo cierto es que el colon se inflama, y si esa inflamación no es tratada las heridas que aparecen “aumentan de tamaño, hay sangrados importantes y el paciente puede requerir una intervención que implica quitarle todo el colon”.

Anteriormente “eran casos esporádicos, y era raro tener un paciente hospitalizado con enfermedad inflamatoria intestinal”, acota. Pero “han ido aumentando en frecuencia” a escala mundial, aunque no hay datos claros. Por ello, hace un año nació la organización panamericana de Crohn y colitis, que reúne a Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, México y Venezuela “para hacer un trabajo mancomunado de registro”.

El Hospital Vargas se ha convertido en un centro de referencia nacional para enfermedad inflamatoria intestinal. Por ello, es el corazón de esfuerzos como el quinto encuentro venezolano de enfermedad inflamatoria intestinal, realizado este fin de semana. “Queremos llevar un programa educativo a los médicos internistas, a los médicos generales, a los médicos de familia”, para que el paciente que llega con diarreas recurrentes sea diagnosticado. Ahora “nos están llegando los pacientes en una fase tardía de la enfermedad, y es lo que queremos evitar”, porque “cuando llegan tardíamente pudo haber evolucionado a úlceras más profundas, sangrados más importantes, hospitalizaciones más frecuentes”.

Con la enfermedad de Crohn “la inflamación ocurre en el intestino delgado”, y si no se trata como es debido la zona puede obstruirse. “Principalmente vemos la enfermedad en personas jóvenes, en la segunda o tercera década de la vida”. Mas como el sistema digestivo no es sistema de palabra sino sistema de verdad, el Crohn puede registrarse desde la boca hasta el ano, aun cuando la zona más afectada es la parte final del intestino delgado.

La enfermedad puede comenzar “con un cuadro de diarrea crónica”, dolor abdominal y pérdida de peso. “La diarrea, crónica, es más severa en el paciente con enfermedad de Crohn que en el paciente con colitis ulcerosa, que es diarrea con moco y sangre”.

En general “es más frecuente la colitis ulcerosa que la enfermedad de Crohn, pero últimamente hemos visto que ha habido incremento en las dos patologías”, refiere.

¿LA TENGO, NO LA TENGO?

Contarle a la médica o al médico especialista cuáles son los síntomas (diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso) es un paso fundamental para hacer el diagnóstico. “La endoscopia nos ayuda considerablemente” a determinar qué sucede. Al navegar dentro de las vías digestivas, la o el especialista observan qué lesiones hay, dónde se localizan, cómo están. También “tomamos una biopsia” que “no puede aportar muy buena información”.

¿Cuál es el riesgo de cáncer? Con el transcurrir del tiempo “debe hacerse un seguimiento muy estricto en estos pacientes para buscar displasia, porque el riesgo aumenta a partir de los ocho años de la enfermedad”, manifiesta.

Hay tratamientos para la enfermedad inflamatoria intestinal, señala Veitía. Cita, entre otros, los aminosalicilatos, que “tienen una acción antiinflamatoria y antibacteriana”; los inmunomoduladores que intentan devolver la cordura al sistema inmune; también, los agentes biológicos que actúan “sobre el origen de la enfermedad” con los que se obtienen “buenos resultados”. Acota que los esteroides no se usan por tiempo prolongado, sino solamente cuando hay crisis.

Quien recibe el diagnóstico, por razones obvias, se preguntará por cuánto tiempo deberá hacer el tratamiento. La respuesta es que, “luego de una mejoría, cuando se quita el tratamiento” un 40% o 50% experimenta recaídas. Por ello “hay que individualizar los casos” y decidir qué hacer “dependiendo de cuan extensa fue la enfermedad, lo severo y la gravedad del cuadro clínico”, ilustra. Sin embargo, en los congresos donde se habla sobre estas afecciones se esgrime una máxima: “La terapia que te está funcionando bien no la interrumpas”. En consecuencia, se trabaja con base en un tratamiento “por tiempo prolongado” e individualizado.

Usuarias y usuarios no siempre están conscientes de lo que tienen, reporta el médico. Es más que importante que aprendan a vivir con la enfermedad, a comer bien, a hacer ejercicio y realizar actividades como yoga. En el servicio “estamos educando al paciente, y en la medida que el paciente se educa la evolución es favorable”.

Con base en su experiencia, Veitía inventó una escala de bienestar del 0 al 10, “y ya refieren con frecuencia el 8 o el 9, lo que nos llena de satisfacción”.

OTRAS RAZONES

En el servicio del Vargas la afección más frecuente es la enfermedad por reflujo gastroesofágico: “Hicimos un trabajo de investigación en el hospital, con varios estados del país, que nos reporta que 11,4% de la población venezolana” la padece. Le siguen el intestino irritable, tema que en el centro asistencial también fue investigado y arrojó como resultado que “16,8% de la población venezolana tiene intestino irritable”.

Veitía llama la atención acerca de la incidencia de la bacteria Helicobacter pylori entre la población. “Es un problema de salud pública”, advierte. Cita, igualmente, el consumo excesivo de alcohol: “Se está apoderando de nosotros; tenemos que implementar un programa educativo para la comunidad, para enseñar todas las consecuencias negativas”.

No escatima palabras para referirse al problema: “Alarmante, sumamente alarmante. Más de 50% de nuestros pacientes en las consultas de hígado son debido a cirrosis por alcohol. Anteriormente eran personas de 40 o 50 años, y ahora estamos viendo cirrosis hepática a los 25 o 30 años de edad”.

En respuesta a ello, el servicio creó, junto con la Escuela Vargas, el programa Menos alcohol, más vida, que consiste en dictar charlas a las y los estudiantes del área metropolitana de Caracas en las que se habla acerca del daño que causa el alcohol a la salud, su rol en los hechos de violencia y accidentes de tránsito.

“El problema es tan severo que si no hacemos algo que funcione, algo efectivo, dentro de 20 años un 50% o 60% de los jóvenes podrían evolucionar a la cirrosis hepática”, alerta. Es por esa razón que insta a madres y padres a no dejar que sus hijas e hijos beban sin conocer las consecuencias. “Muchas veces hacemos reuniones familiares que parece que no son buenas si no hay caña”, por lo que “estamos fomentando el abuso del alcohol”. Nadie dice que “no se puede consumir en una reunión”, refiere, pero el llamado es a hacerlo con moderación a fin de evitar males mayores.

¿Una patología más? El hígado graso debido al alcohol, la obesidad o a la mala alimentación. “Lo vemos más en mujeres, pero la realidad es que los hombres consultan menos”, recalcó. Para estos casos la recomendación de Veitía es buena alimentación y ejercicio.

UN CLUB MUY PARTICULAR

Hay personas que se inscriben en clubes para hacer deporte, para compartir con amigas y amigos los fines de semana. El Servicio de Gastroenterología del Hospital Vargas de Caracas tiene un club muy especial: el de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal. “Son reuniones que hacemos cada dos meses” en el hospital o en parques como el Generalísimo Francisco de Miranda, puntualiza el especialista Guillermo Veitía. “Los pacientes participan, preguntan, aclaran las dudas que tienen sobre la enfermedad. Invitamos a psicólogos, invitamos a nutricionistas, algunas veces hacemos terapias o actividades diferentes de recreación como yoga, bailoterapia”, detalla.

La próxima reunión del club se efectuará el sábado 26 de julio, en el Parque del Este, a las 10:00 am. “Vamos a llevar un profesor que trabaja con la risa, porque la risoterapia nos ayuda mucho a mejorar”, afirma, convencido de que estar bien ayudará a las y los pacientes a sentirse mejor.

CONSULTA TODOS LOS MARTES

Todos los martes en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Vargas se lleva a cabo una consulta de enfermedad inflamatoria intestinal, a partir de las 7:00 am.

A la persona “se le hace su historia” y pasa a consulta, pero para optimizar la atención Guillermo Veitía se propone simplificar este paso a fin de “hacer los estudios lo más pronto posible, la endoscopia, la biopsia” e indicar el tratamiento si corresponde.

Veitía quiere “atrapar” a las y los pacientes, porque “si no se hacen las cosas rápidamente” se pueden desmotivar y desaparecer del servicio.

T/ Vanessa Davies
F/ María Isabel Batista y cortesía

Buenas Tardes: mi asombro hoy en día cuando uno lo que ves es infinidades de médicos peseteros que lo que le importa es cobrar, lo felicito doctor su profesión hace alar de investigación, esa investigación que usted se interesa en hacer lo conlleva a un éxito rotundo, a satisfacer la necesidad de investigar para poder a ayudar a mucha personas que padecen de esta enfermedad, y que a menudo te tachan de maniática porque no estudian bien al paciente, mi medre murió de un carcinoma en el colón duodeno o no se que parte en las vías digestiva lo tenia, porque en un papel dice una cosa y el otro dice otra, bueno lo que aquí quiero decir , que le realizaban todos los estudio y nunca le conseguían nada y los síntomas eran cada ves mas intenso, hasta que un medico le dijo vamos a abrir para ver y de tras de las hemorroide estaba el cáncer, y mi madre murió a los 55 años, Doctor escuche a sus pacientes de las molestia que le manifiesten, y estúdienlo, gracias DIOS LO BENDIGA

  • Felicitaciones Doctor Veitia por su intensa labor en el tratatmiento e investigacion de las personas con problemas intestinales,desde hoy me considero su paciente porque padesco de enfermedad en el colon irritado no diagnosticado medicamente ,pero si los sintomas que padesco son exsactamente lo que usted plantea .Soy una persona de 53 años y tengo muchos años con esos sintomas que usted refiere , debido a mi situacion economica nunca he podido llegar a verme con un especialista .Debo decirle que mi madre murio de cancer en el colon a los 73 años y padecia sintomas iguales a los que presento yo en estos momentos padesco.Voy hacer todo lo posible de incorporarrme al club y hacistir a su consulta los martes en el Hospital Vargas, soy Jesus Solorzano vivo en los Teques Carrizal Estado Miranda .

  • Me parece maravillosa la tarea de todos estos galenos comprometidos con la salud de los venezolanos ,si merecen q el gobierno supla todas las faltas q tenga ese centro asistencal ya q es para las personas q lo necesiten y no tengan recursos

  • Buenas tardes, me parece bien interesante el trabajo que realiza de Dr Veitia y su equipo en el Servicio de Gastroenterologia y la creación del Grupo. Bien explicativo los orígenes,causas y consecuencias de la enfermedad y tratamiento a seguir. Fácil de captar y entender a pacientes como yo que padezco de Colitis Ulcerosa desde el año 89. actualmente presento una crisis desde Octubre del año pasado. Estoy interesada en acudir al Servicio los días martes ya que resido en Monagas

  • CLARO Y SI SEGUIMOS COMIENDO COMIDA CHATARRA, SALCHICHAS QUE HACEN CON TODO TIPO DE ANIMALES (RATAS, GATOS, ETC.) QUE MUELEN CON PELO Y TODO, ENTEROS!, UNA COMPLETA PORQUERÍA LO QUE COMEMOS, DEBEMOS ESTAR PENDIENTE DE LO QUE INGERIMOS A DIARIO, PORQUE CONSUMIMOS BACTERIAS QUE YA NUESTRO CUERPO NO PUEDE TOLERAR.

  • buen dia yo quisiera saber como puedo hacer para que mi hijo lo vean por haya ya que tiene hemorroides y cuando hace la necesidad se le sale el intestino para fuera que puedo hacer el tiene 25 años y siente pena

  • Pongan atención a este reportaje instituciones, organismos competentes, gobierno dotar a este servicio de todo lo necesario, avanzar para el buen funcionamiento de nuestra salud, el pueblo se lo merece, el hospital requiere restructuración en muchas áreas que están bien descuidadas baños, consultorios y muchas otras, dotar los insumos necesario y llevar el mejor control, supervisar y vigilar para que se de el mejor servicio, doy fue de muchas irregularidades existente en el hospital.

  • MUY BUENOS DIAS EL PROBLEMA HAY QUE RESOLVERLO.LOS MEDICOS ESTAN EN LA OBLIGACION DE ATENDER AL PACIENTE COMO SI ESTUBIERAMOS EN UNA GUERRA,HAY QUE VELAR POR NUESTROS CERES VENEZOLANOS,SON TANTAS COSAS QUE NO PODEMOS PONERNOS A PELEAR QUE SI ESTE ES Y AQUEL NO ES DEL PARTIDO. LO QUE IMPORTA ES QUE HAY REACCIONES DE DEBILIDAD,COMO ENFERMOS A SI COMO MEDICOS ,SI SUFRIMOS TENEMOS QUE MEJORAR ,.LA PATRIA ES LO MAXIMO NO A LA TRAICION . p.c. v cheo.