La organización Human Rights Watch (HRW), que durante los últimos años ha arremetido contra el gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, reconoció en un reciente informe las atrocidades cometidas por los grupos terroristas, responsables de la violencia que vive el país árabe desde 2011.
HRW emitió un informe en el que precisa que los mercenarios asesinaron al menos a 190 civiles y secuestraron a unas 200 personas, en un ataque perpetrado en agosto contra varias poblaciones de la provincia de Latakia, reseñó EFE.
Familias enteras fueron ejecutadas y entre los muertos hay al menos 43 mujeres, menores y ancianos.
De acuerdo con la información, en la arremetida participaron una veintena de grupos terroristas, vinculados a Al Qaeda, como el Frente Al Nusra. Los mercenarios aún tienen secuestrados a mujeres y niños.
La organización consideró estas acciones -por primera vez desde el inicio de los ataques en Siria- como crímenes contra la humanidad puesto que fue un ataque «planeado y sistemático contra la población civil».
En el informe, HRW reconoce además la ayuda que le prestan algunos países a los grupos terroristas, como lo ha denunciado el Gobierno sirio desde el inicio de los ataques violentos y pide a esos Estados que dejen de financiar y armar a los mercenarios, además de presionarlos para que pongan fin a sus «ataques indiscriminados y desproporcionados» contra los civiles.
En 2010, HRW contribuyó con la campaña mediática contra el Gobierno de Al Assad, previo al inicio de los ataques. Ese año publicó un informe en el que aseguraba que la administración siria reprimía a los activistas políticos y pro derechos humanos, coartaba la libertad de expresión, entre otros.