Hace 196 años nació en Tréveris el autor de El capital|La idea de revolución social alcanzó su realización histórica con la obra de Carlos Marx

El 5 de mayo de 1818 nació en la ciudad de Tréveris, Carlos Marx, a quien puede reconocerse su condición como el pensador social y filósofo más influyente de todos los tiempos.

Efectivamente, la repercusión de la obra de Marx sobre el pensamiento y la acción política de los intelectuales y líderes de los últimos ciento cincuenta años, sobrepasa el legado de cualquier otro teórico o filósofo de la política.

LA IDEA DE CAMBIO SOCIAL

El análisis de la obra de Carlos Marx y su aporte a la comprensión en torno al modo en que evoluciona y se transforma toda sociedad, desde las formaciones nómadas hasta la sociedad industrial, responde a un método de estudio que exige mucho rigor científico.

En primer lugar Marx parte de la idea de que toda sociedad se encuentra en ebullición, en un movimiento continuo en medio del cual los grandes compartimientos de dicha sociedad, las clases sociales, chocan continuamente y dicho movimiento no se produce de modo silvestre, sino tiene unas leyes que se desarrollan a partir del estrado o formación histórico-económica en que se encuentra dicha sociedad.

EL GENIO Y LA POLÉMICA

Para referirse a la estatura intelectual de Marx, su gran amigo, Federico Engels, señalaba que “frente a Marx, todos éramos el segundo violín; él era un genio, los demás a lo sumo, hombres de talento”.

Una obra que, en el plano teórico contiene tanta riqueza de posibilidades y sugerencias para proseguir líneas de investigación como la renta del suelo, organización de la comuna, la acumulación originaria en países periféricos, la plusvalía internacional, filosofía de la praxis, la superación del divorcio entre trabajo manual e intelectual y la clase trabajadora, como fuerza revolucionaria por excelencia, debía provocar, como en efecto lo hizo, la reacción más virulenta por parte de los sectores privilegiados de la sociedad.

Campañas de descalificación contra el gran pensador no han cejado desde los días en que escribió su célebre frase “Un fantasma recorre el mundo” en 1848. A lo largo del siglo veinte, académicos de elevado prestigio en círculos de la derecha escribieron algunos de sus libros más reconocidos, para despotricar del pensamiento de Marx.

AUTORES EN LA LIZA

Karl Popper produjo su voluminosa reflexión “La sociedad abierta y sus enemigos”, como ataque frontal al pensamiento de Marx por tacharlo de ser heredero dela sociedad cerrada que planteaba el filósofo Platón en su proyecto de reorganización de la sociedad desconociendo, Popper, el rigor de Marx a ofrecer su explicación mediante el método de la dialéctica, la transición entre los estadios de desarrollo social y el paso de modo de producción a otro, así la idea de libertad en Marx, preve la superación del reino de la necesidad, propio de la sociedad de clases, para el ejercicio de la libertad por los seres humanos.

Otros autores, como Ludwig Von Misses publicó “El socialismo”, compendio de dogmas neoliberales mediante los cuales se justifica el despojo de las atribuciones del Estado como garante de la base social de la libertad, para otorgarla al mercado y las grandes corporaciones. Otro tanto es el discurso de Raymond Aron en el marco de la Guerra Fría intelectual.

En todo caso, el resurgimiento del pensamiento socialista en estas primeras décadas del siglo XXI a lo largo del planeta, reivindica el portentoso esfuerzo adelantado por el autor de los Grundrisse y la Crítica a la Economía Política dirigido a mostrar una luz en el túnel de la apatía, el apoliticismo y la desolación inoculados por los aparatos académicos del gran capital como valores de resignación ante el orden civilizatorio de deshumanización y ganancia.

En la latitud nuestro-americana del debate de ideas, y a propósito de la instauración del Premio Libertador del Pensamiento Crítico, autores como Iztván Mezsáros, Enrique Dussel, Atilio Borón, Jorge Veraza e Ignacio Ramonet entre otros, con sus reflexiones, contribuyen a desentrañar nudos temáticos dentro de una visión crítica frente a un modelo de modernidad que remachó la división internacional del trabajo.

MARX Y BOLÍVAR

Un gran hombre lo es porque lega a la humanidad singulares aportes en su campo de conocimiento, verbigracia Luis Pasteur, Roberto Koch o Albert Einstein; y su grandeza no les libra de incurrir en alguna inconsistencia, sea en su especialidad o puntos de la vida personal. En tal sentido, la grandeza de Marx no logró superar su apreciación de 1858 acerca de la figura del Libertador Simón Bolívar, a quien pinta en artículo de 1858 como personaje caprichoso, arbitrario y poco menos que cobarde, sin hallarle ningún mérito acaso algo de suerte. Y ello debido a las lecturas que hizo en Londres de las memorias redactadas por Doucontrey-Holstain, Boussingalt y otros ex-legionarios resentidos por las exigencias de disciplina de los ejércitos patriotas entre 1817 y 1824.

Marx y Bolívar representan dos colosos del proceso de transformación de la historia. Téngase en cuenta que el Bolívar abolicionista de Carúpano y Ocumare, tras regresar de Haití en 1816, el mismo que redactaría artículos para abolir la esclavitud en Angostura en 1819 y en la Constitución de Bolivia en 1826, se adelantó al menos en 46 años al presidente Abraham Lincoln, quien pudo eliminar la esclavitud en Estados Unidos en 1864, con el término de la Guerra de Secesión. Y Marx fue profundo admirador de Lincoln, como lo testimonian epístolas que le enviara en apoyo a su rol histórico encabezando las fuerzas norteñas, frente a los estados esclavistas del Sur en Norteamérica.

De haber hurgado otras fuentes menos antibolivarianas, Marx no hubiese obtenido otra conclusión que reconocer en Bolívar un paladín de los pueblos oprimidos, mucho más adelantado que Abraham Lincoln.

LLEVÓ LUZ A DONDE HABÍA TINIEBLAS

“Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo (…) Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores… habían vagado en las tinieblas.

*Federico Engels, ante la tumba de Marx, 23 de marzo de 1883

T/ Néstor Rivwero
F/ Cortesía
Caracas

CIERTAMENTE LEJOS DE TEORIZACIONES VACUAS MARX TODAVIA TENDRA VIGENCIA MIENTRAS LAS ECONOMIAS MEDIOCRES Y SALVAJES DEL CAPITALISMO SUBSISTAN O TRATEN DE DISFRAZARSE EN SU NEOLIBERALISMO COMO REFORMISMO YA SEA DE DERECHA O SEUDOIZQUIERDA ; TODAVIA LOS PERJUICIOS DE ELITES EN SU EGOCENTRISMO PERDURA COMO UN ATAVICO ARCAISMO DE SUS CONCEPCIONES, LO QUE NO LES PERMITE VER EL CAMBIO QUE CONDUCE AL SOCIALISMO COMO AUTENTICO CAMINO HACIA SU EVOLUCION O REVOLUCION. ..