Fuerzas policiales estadounidenses desmantelaron este miércoles campamentos de protestas populares en Los Angeles y Filadelfia, en otra jornada de represión gubernamental contra el movimiento pacífico nacional Ocupar Wall Street (OWS).
Los escuadrones antimotines se presentaron a primera hora de la madrugada en la plaza City Hall californiana y sacaron por la fuerza a los voluntarios de OWS que lideraron manifestaciones contra la inequidad social y económica en la sociedad norteamericana.
Una operación similar se ejecutó en Filadelfia, donde los uniformados arrestaron a 40 personas tras desalojar el parque público Dilworth Plaza y advertir a los llamados indignados que no podían reiniciar las demostraciones callejeras por orden de la alcaldía.
El jefe policial Charlie Beck explicó a la cadena CNN que alrededor de mil agentes del orden participaron o colaboraron indirectamente en la redada contra los activistas civiles no violentos y se registraron 200 detenciones.
Desde septiembre último, cuando comenzaron las marchas en Nueva York, diferentes cuerpos de seguridad de Estados Unidos han actuado con excesiva violencia contra los partidarios de OWS, contra los cuales se han empleado bastonazos y gas pimienta.
El pasado día 15 de noviembre cientos de policías expulsaron a los manifestantes de la plaza neoyorquina Zuccotti, pero el movimiento Ocupar Wall Street advirtió en un comunicado que no era el fin de sus acciones en Estados Unidos o en el mundo.