Menores inmigrantes han protestado en las últimas semanas, sin ser acompañados por sus representantes, en contra de la medida gubernamental que limita el derecho a la asistencia social y educativa a los jóvenes, considerados como clandestinos, una vez que cumplan la mayoría de edad.
La protesta se realizó este jueves en la ciudad de Roma (capital de Italia) y contó con la participación de alrededor de un millar de jóvenes de Bangladrsh, cuyos padres se encuentran en el país de origen. Los adolescentes también manifestaron frente el Parlamento italiano contra las redadas policiales y los exámenes médicos a los que son sometidos para verificar su edad.
Según diversas asociaciones y colectivos, el problema principal es la dura legislación italiana en materia de inmigración. Hace pocos días, la Ministra de Integración, Cécil Kyenge, nacida en el Congo, declaró que el delito de clandestinidad debe ser abolido. Una hipótesis frenada en seco por el centro derecha.
INMIGRANTES LLEVAN LA PEOR PARTE
Cada vez son más los requisitos que tienen que cumplir los inmigrantes que deseen residir legalmente y gozar de los beneficios sociales en los países de la Unión Europea (UE).
La situación se vuelve aún más difícil porque algunos de los Estados europeos a causa de la grave crisis económica que atraviesa, están elaborando mecanismos para intensificar las normas que deben cumplir los que quieran residir en la UE.
España es uno de los países afectado por la crisis, su economía sufre la segunda recesión en apenas cuatro años, por lo que desde el Gobierno se adoptaron políticas de recortes en diferentes sectores como salud y educación, pese al rechazo popular que han despertado los ajustes fiscales.
Las cifras son el reflejo del drama social, España, junto con Grecia, sufre la tasa más alta de desempleo con el 26 por ciento de la Unión Europea, la cual se sitúa en el 11 por ciento, y en términos generales, en la zona euro existen 18 mil 715 millones de personas sin trabajo.
Si bien la coyuntura actual afecta a todos por igual: españoles, extranjeros, jóvenes, adultos, profesionales y quienes no lo son, hay unos que particularmente están llevando la peor parte y son los inmigrantes.
“La verdad en esa misma situación hay tantos españoles como inmigrantes que se ven envueltos en una sociedad que en tiempos de auge derrochaba y pedía prestamos para todo y más a los bancos que no ponían freno; ahora ante el desespero, el inmigrante opta por regresar a sus países de origen que al menos se ven arropados por sus familiares”, se lamenta la joven Paola que actualmente se encuentra desempleada.