Carajo, que crisis! Esta es una crisis de las de verdad verdad. De las indiscutibles, las que no dejan crecer un país, las que mantienen a la población amarrada con tirro plomo a la inamovible estructura del pensamiento obtuso: ¡una crisis de valores!
Estamos atravesando una crisis de valores tan, pero tan gravísima, que para un considerable fragmento de la oposición venezolana y de la confederación de ninis, pesimistas certificados, una mujer que hace stand up comedy (esa tendencia nueva de pararse en una tarima a echarle chistes a la gente) tiene la credibilidad de una luchadora social.
Me explico: una mujer de mediana edad llamada Vanessa Senior colgó en internet un video donde aparece “luchando por Venezuela”. Su arma, una catajarra e’ groserías, un gañote de terror, y una pinta de tener la mano pesada que no se la brinca un venado. Su acción heróica: grabarse a sí misma atropellando al personal de una famosa cadena de farmacias, por no venderle cuatro pastas dentales para sus cuatro amigas prostitutas, eso dijo, y hasta peor.
Las reacciones del público obnubilado se mantuvieron en una gama que varió de la indignación solidaria al sentimiento de reivindicación. Alguien, después de todo, estaba demostrando guáramo suficiente para defender el derecho de todas y todos a comprar cuatro pastas dentales cuando nos dé la gana.
En videos posteriores Vanessa Senior se disculpa, y con comentarios pasivo agresivos nos hace saber que ella es puro amor, y que no tiene filiación política alguna con nadie, ni con la oposición. Eso sí, “mi llamado es a votar”, dice. No dice por quién, aunque sí. Y así.