Columna Nuestras Raíces|La lucha de clases (Opinión)

Todo proceso revolucionario necesariamente agudiza la lucha de clases. Y aunque algunos no quieran reconocerlo, esto de la lucha de clases no es un invento de Marx ni mucho menos. La lucha de clases existe desde que existen las clases sociales, vale decir desde hace unos 12 mil años atrás; y desaparecerá solo cuando se hayan suprimido las clases sociales, cuando se haya abolido la propiedad privada de los medios de producción. Mientras tanto, esa lucha es una realidad, que a veces se pronuncia con suma intensidad y otras apaciguadamente.

Precisamente en los procesos revolucionarios es cuando la lucha de clases se intensifica aceleradamente, de manera consciente o de manera inconsciente, desde el campo de la política, de las reivindicaciones inmediatas y también desde el campo de las ideas. La lucha de clases es, como señalaba Marx, el motor de la historia.

Nuestra revolución ha desatado esa lucha de clases, como hace 200 años atrás la lucha por la independencia lo hizo. Siempre hubo lucha de clases, insisto, pero durante estos periodos la intensidad se incrementa. Por un lado el bloque colonialista (ayer) imperialista (hoy) y sus aliados nativos, la misma oligarquía de ayer y de hoy; por otro lado el frente popular plebeyo, todos aquellos perjudicados por el estatus de país dependiente. El primero, un bloque sólido, con intereses bien definidos, por el otro, un frente amplio, heterogéneo y con lucha de clases en su mismo seno.

Pero, como lo señalé antes, dentro del frente revolucionario también se presenta la lucha de clases. Un sector para que la revolución no avance más allá de sus intereses específicos, otro sector, para que la revolución se concrete cabalmente haciendo desaparecer al bloque contrarrevolucionario.

Hoy como ayer, la lucha es la misma. En el frente revolucionario conviven diferentes intereses, pero es prioridad ahora, la unidad para derrotar la contrarrevolución. Luego se resolverán las contradicciones en el seno del frente revolucionario, pero con la conciencia de lo que pasó hace 200 años.

T/ Fernando Bossi
fernando.bossi.rojas@gmail.com

Estoy de acuerdo con que la prioridad ahora es la unidad para derrotar la contrarrevolución.
No está de más precisar que el uso del término «prioridad» significa que, aunque no sea prioritario en este momento, la lucha de clases en el seno de frente revolucionario no se detiene, ni ahora ni luego.