Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), señaló que no puede existir un proyecto del «primer empleo, si no se impulsa el aparato productivo del país, ni hay políticas públicas para impulsar la industria nacional. Si se cierran empresas por la crisis económica y aumenta el desempleo, ¿cómo se puede buscar entonces ese primer empleo? Es necesario la producción».
Con respecto a los emprendedores, considera que son necesarios: «Pero como puedes montar un negocio, si lamentablemente no se produce materia prima en el país para lograr los productos terminados. Además, ¿cómo puedes desarrollar una franquicia si te imponen el precio justo y no tiene accesos a los dólares para importar los insumos que necesitas? Estás limitado».
«Esa falta de empresas en todas las áreas es una debilidad muy grande”, argumentó la también aspirante a la AN, “por lo que los jóvenes profesionales prefieren irse del país, porque no ven expectativas en el país. Necesitamos una Asamblea Nacional que tenga una normativa que impulse el aparato productivo y la actividad económica».
Considera que también influye la educación dirigida para los trabajadores: «Prácticamente ha desaparecido en Venezuela. El Inces no cumple sus funciones, ya no se capacita bien para el trabajo técnico y eso que todavía lo cotizan los empresarios y trabajadores. Ya no hay buenos electricistas o carpinteros, que podrían ayudar para lograr ese primer empleo. Solo algunos sectores empresariales se ocupan de mejorar la capacitación de sus trabajadores. Es fundamental que todo esto lo recuperemos el seis de diciembre desde la AN».
MÁS PRODUCTIVIDAD
Con respecto al planteamiento del aumento de la gasolina, acotó que «los trabajadores apoyaremos la medida cuando existan las condiciones ideales en el país, que ese dinero se destine a los hospitales, la seguridad social y las pensiones».
Máspero planteó que ese «aumento de la gasolina se utilice también para la industrialización en el país, para fortalecer el aparato productivo y recuperar las cinco mil empresas, que según Conindustria, se perdieron. Y evitar la importación innecesaria porque cada dolar que utilizamos para importar, si lo invertimos en el país nos produce seis veces más. En fin, que exista trabajo para lograr que ese salario digno llegue».
«Lo que existe actualmente es una economía de puerto fundamentada solo en la exportación petrolera y no ha habido el impulso para producir esa materia prima e insumos en el país. Además, la política de expropiación fue un fracaso y prueba de eso es que el 95% de las empresas nacionalizadas presentan graves fallas de producción», resaltó.
También «considera que se ha intentado dividir, o coartar al movimiento sindical venezolano, pero hemos resistido mucho más que otras instituciones y hemos transformado nuestros pensamientos apegados a la ética laboral y nuestros principios. La clase trabajadora está actualmente perseguida por un gobierno que no cree en la libertad y que promueve el acoso laboral».
Añadió que el Estado «esta intentando imponer un terrorismo contra los trabajadores. Esa resolución que le otorga a un funcionario policial la discrecionalidad para utilizar armas mortales o no, afecta a los trabajadores todos los días, porque somos los únicos que estamos en las calles reclamando nuestros derechos. Esa ley antiterrorismo está hecha contra los trabajadores para mantenernos en el corral. Quieren que no salgamos a reclamar nuestros derechos».