El médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, se sentó este martes en el banquillo de los acusados en la Corte superior de Justicia de Los Angeles como el presunto causante de la muerte del músico y fue recriminado por el fiscal de negligencia grave, al inicio del juicio.
«Las pruebas demostrarán que Michael Jackson puso su vida en manos de Conrad Murray y esa confianza le costó la vida», dijo el fiscal David Walgren en el tribunal, donde estaban presentes varios familiares del artista, entre ellos sus padres y hermanos.
Varios cientos de curiosos y seguidores de Jackson se congregaron fuera de la corte: algunos llevaban pancartas donde estaba escrito «Justicia para Michael» y otros gritaron «asesino» cuando vieron aparecer a Murray.
El médico está acusado de homicidio involuntario por haberle suministrado Propofol, un potente anestésico quirúrgico que el Rey del Pop llamaba su «leche» para dormir.
Durante su larga exposición, el fiscal mostró una imagen de Jackson vivo mientras ensayaba para la gira de conciertos que tenía previsto dar en Londres y otra muerto, en una camilla.
«¿Qué pasó en las 24 horas que separan estas dos fotos?», se planteó.
A continuación recordó que Jackson y Murray se conocieron en Las Vegas en 2006 y que el cantante lo contrató para seguir su gira «This Is It», y pasó revista a los últimos días antes de que el intérprete de «Thriller» fuese declarado muerto.