El proyecto de Ley de Oportunidades Económicas y de la Modernización de la Migración ha sido expuesto por el presidente Barack Obama como la panacea para mejorar las condiciones de vida de los migrantes mexicanos ilegales, pero en realidad oculta una gran amenaza para los pueblos nuestroamericanos.
Es el primer paso para la militarización de la frontera entre Estados Unidos y Mexico, reeditando en la región un escenario de guerra similar al existente en la Franja de Gaza, con política de segregación racial incluida.
La ley autoriza redoblar las maniobras de vigilancia y seguridad en el área limítrofe para lo cual se desplegarán más de 40 mil uniformados y se colocarán 700 millas adicionales al “Muro de la Vergüenza” para aumentar su extensión a 1.823 km. La muralla fronteriza será mayor que la distancia entre Caracas y Manaos (1.695 km) o entre Caracas y Quito (1.755 km).
La burguesía imperialista exige vigilancia constante en el 100 por ciento de la zona fronteriza. Esto requiere el empleo de aviones «drone» sobrevolando las 24 horas una franja de 160 km de territorio, y tecnología de última generación para labores de espionaje y detección de “intrusos”.
Analistas de la política migratoria estadounidense aseguran que el sistema E-Verify que será implantado colocará en manos del Gobierno estadounidense la base de datos de toda la clase obrera y la fuerza de trabajo de los habitantes de la frontera, lo que permitirá incluso el control y la persecución de la actividad sindical.
Todo aquel que quiera trabajar en EEUU, aunque sea ciudadano de ese país, será espiado, investigado y analizado.