Venevisión ha anunciado ‘a petición del público’ (¿de sus anunciantes?) la última telenovela que hiciera con ellos la actriz Mónica Spear, lamentable víctima de la delincuencia que existe como la conocemos desde 1970.
Señala Luis Britto García: “En 2012 Juan José Rendón decretó que la campaña opositora debía centrarse en un solo tema: “Inseguridad”. La oligarquía… no tiene más remedio que obedecer a su asesor en Guerra Sucia”.
La recomendación de este asesor, solicitado por violencia de género ¿solo incluye la pauta informativa de los noticiarios y las declaraciones de los políticos?
En el mundo de hoy, como lo demuestra el profesor Juan Barreto en su Crítica a la razón mediática (2006), se busca que el significado (la imagen mental que te produce una idea) sea sustituido por los signos que antes ilustraban ese significado. Más claro: con códigos y signos te digo cómo pensar sobre un hecho, sin dejarte hacer a ti las conclusiones.
No son necesarios 150 capítulos (valga precisar, seis meses y medio transmitiendo de lunes a sábado) para honrar a quien se fue, pero sí se necesitan para recordarte, en este año en que no habrán elecciones, que ‘el Gobierno no hace nada contra la violencia’, trabajo desde hoy, para otro momento electoral.
Mónica, lamentablemente, se convirtió en la mujer perfecta, la mujer perfecta que Venevisión necesita para que no se busque respuesta racional contra la violencia (mucho menos en la TV, también parte del problema), y se busque en la violencia la respuesta a un problema al que, como lo demuestra la historia, no podemos derrotar con fuerza, sino con inteligencia.