Médicos Sin Fronteras: Es muy difícil que la epidemia no llegue a la región|MSF pediría a Venezuela apoyar con equipos de respuesta inmediata para ébola en África

Si Jonathan Novoa, presidente para América Latina de Médicos Sin Fronteras (MSF), pudiese pedirle algo a Venezuela para apoyar el esfuerzo que adelanta la organización contra el ébola, le solicitaría equipos de respuesta inmediata.

Novoa no ha tenido experiencia directa con ébola, pero sí, con el virus de Marburgo, también muy letal. Enfrentó a este adversario mortal en 2005, tal como lo relató al Correo del Orinoco en una entrevista telefónica efectuada el martes 21 de octubre (antes de que se detectara el primer caso de ébola en Nueva York, casualmente de un integrante de MSF).

Con base en las experiencias acumuladas, no solo por él sino por su organización, afirmó que, de poder hacerle alguna solicitud a Venezuela, “pediría que si tiene equipos de respuesta médica inmediata, que tengan algún tipo de experiencia en el manejo de epidemias con riesgo biológico”, los envíe.

El experto resalta que muchos ejércitos tienen “un tipo de entrenamiento en el manejo de estas amenazas biológicas”, equipos que son “muy buenos porque entienden el sistema de protección”. A MSF “no le importa si son civiles o militares”, puntualiza. “No se necesitan militares para coercionar a la población, sino equipos médicos con capacidad de respuesta rápida y eficiente, sean civiles o militares”.

PRECAUCIONES

Novoa insiste en que es la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que coordina la respuesta a la epidemia y brinda asesoría y apoyo técnico en materia de salud. “La OMS tiene protocolos ya establecidos, que son la base para que otros países los tomen”, agrega.

Consultado acerca de la Cumbre del ALBA sobre el ébola efectuada el lunes en La Habana, el especialista subraya que “es muy difícil tratar de que la epidemia no llegue, porque puede haber venezolanos, colombianos, peruanos trabajando en estos tres países africanos”, tanto en organizaciones no gubernamentales como en empresas.

Pero si es difícil controlar el movimiento migratorio legal, no es menos hacerlo con el ilegal. “Hay cierto movimiento migratorio al margen de la ley, que puede hacer que personas de estos lugares lleguen a nuestros países de paso o para afincarse, y eso es prácticamente imposible de controlar”, señala.

Mas lo que sí se puede hacer es prepararse para el momento cuando el virus llegue a la nación. “En varios países han puesto medidas en puertos y aeropuertos, especialmente con las conexiones que vienen de África, que normalmente son vía Europa”, refiere. Novoa remarca que preguntarles a las viajeras y a los viajeros si vienen de Liberia, Sierra Leona o Guinea Conakry “es el antecedente epidemiológico más importante”. Incluso, “todos los casos de pacientes que han sido diagnosticados en Estados Unidos, en España, están relacionados con ese antecedente”.

QUÉ SABER

Los gobiernos tienen que estar bien preparados, enfatiza Novoa; en otras palabras, “saber exactamente qué es el ébola, cómo se comporta, situación actual de la epidemia, medios de contagio, personas en riesgo”. También es imprescindible la preparación del personal de salud.

Los países, acota, “deben identificar centros de atención médica donde, en caso de haber un posible caso, se tenga el lugar establecido, sea clínica u hospital; que sea centro de referencia donde los pacientes con ébola puedan ser llevados y manejados”.

De llegar un caso a América Latina, sostuvo, determinar los contactos son fundamentales. “Nigeria tuvo 20 casos y pudo controlar una enfermedad que pudo haber sido un desastre, teniendo en cuenta que es un país muy poblado”, contrasta. “Pero el país se puso de acuerdo, hubo voluntad política del Gobierno, que es fundamental para combatir este tipo de epidemias y se emprendieron acciones como el seguimiento de cada contacto”.

De la experiencia de Nigeria también rescata que hubo personal comunitario “que se movilizó cada día a hacerles un seguimiento, a tomarles temperatura e incluso llegaron a estimar el número de personas con las que tenían algún tipo de influencia; llegaron casi a 20 mil y pudieron hacer un rastreo”.

Igualmente “hubo una movilización muy grande del país sobre la importancia de controlar la enfermedad y que las personas fuesen lo más honestas posibles”, agrega. Por todo ello, lo adelantado en Nigeria “es un ejemplo a seguir”.

¿Cuáles son los puntos principales que debe incluir un plan de acción? “Los tres principales son voluntad política como nación, el compromiso de que vamos a combatir esto juntos y de que no queremos que el ébola entre a nuestro vecindario. El seguimiento de todos los contactos, muy estricto, una vez que entra un caso; si uno sobrevive al virus se cura y la transmisión se rompe y por eso es importante cortar esa transmisión y seguir los contactos para aislarlos. El tercer factor es una gran movilización social, decirles a las personas qué pasa”.

Para el vocero de MSF “la movilización de las masas y educar a la gente en nuestros países no tendría mucho sentido, porque no tenemos casos y estamos bastante lejos de que esto se pueda volver una epidemia, pero es importante que los gobiernos estén bien capacitados sobre qué es el ébola; que se refuercen los protocolos, los hospitales que recibirán los casos y los protocolos que se deben seguir”.

Lo otro “es estar atentos y tener la capacidad para que, si llega una persona, se pueda ubicar a los contactos, hacerles seguimiento y estar monitoreando de manera sistemática”.

Novoa puntualiza que es necesario saber bien de dónde vienen las y los pacientes y comenta que en Perú y en Colombia “hubo alarma por un paciente que venía de Guinea Ecuatorial, que está a 2 mil kilómetros de Guinea Conakry”.

MEDIDAS ESTRCITAS

Es importante también “tener un buen protocolo de cómo usar las medidas de protección requeridas, tales como los trajes de tres capas que se utilizan para estar en contacto con los pacientes”.

El experto recalca que se debe ser “muy estricto y meticuloso con como se viste el personal de salud, donde se viste, el control de la infección, los pasos requeridos de un lugar a otro y, lo más importante, cómo desvestirse, porque ello implica que uno ha estado en contacto con un paciente con ébola y esa desvestida es crítica”.

A la luz de lo que ha sucedido en esta epidemia, y a partir del comportamiento de las personas, Novoa admite que hay cosas “humanas” que hacen “que uno no pueda cumplir con protocolos muy estrictos”; pero el ébola no perdona. “Hay cosa que uno no puede controlar, como tocarse un ojo, meterse el dedo a la boca. Es difícil poder controlar eso; para este manejo uno tiene que estar súper consciente de lo que hace, tratar de evitar en la medida de lo posible ese error involuntario que uno tiende a cometer al tocarse”, advierte, “porque es ahí donde tiene la mayor probabilidad de contagio”.

Aun cuando señala que “no existe el riesgo cero”, hace hincapié en que “se trata de ser muy meticuloso”. Por ello, el personal de salud que labora con ébola no entra solo a los sitios de aislamiento, sino que desde el comienzo hasta el final está “con una persona a su lado que es su espejo y con quien se apoya”. Ese es “tu par que te ayuda, que te vigilam que te observa”.

-¿Por qué las y los pacientes deben estar en un solo lugar habilitado para ello?

-Los pacientes tienen que estar aislados porque el virus se transmite por el contacto directo con los fluidos una persona enferma. Cuando una persona se enferma con ébola tiene fiebre alta, diarrea, vómitos, sangrado espontáneo por nariz, por el recto. Sangre, diarrea, vómitos, sudor son fluidos. Por eso es esencial tener a la persona aislada del resto de la gente, porque si uno está en su casa y tiene esta enfermedad, si uno tiene un hijo de 14 años que se enferma y al que le da fiebre o diarrea va a tener contacto con él. Ese es el momento cuando la persona es más infecciosa y transmite la enfermedad, y por eso debe ser aislada para que el contacto que tenga con otras personas se minimice.

El personal de salud es el que más riesgo tiene de contraer la enfermedad, precisa Novoa. Otro que se expone es el que maneja los desechos, “porque si una persona está en cama y tiene diarrea, ensuciará las sábanas, y las sábanas son fuente de contacto”. Todo el personal que recoge el material utilizado “está en riesgo, al igual que las personas que movilizan los cadáveres, porque los cadáveres son muy contagiosos debido a que exudan líquidos”. Por ello en las naciones afectadas los cadáveres de las víctimas de la epidemia son causa de pánico.

CONVIERTE EN COLADOR LOS VASOS SANGUÍNEOS

El ébola es una enfermedad que tiene una letalidad de hasta 90%, recuerda Jonathan Novoa. Es decir, que 9 de cada 10 personas “potencialmente fallecen”.

El virus que causa la afección produce una reacción en el organismo, detalla Novoa. “Como toda enfermedad el cuerpo trata de contenerla y genera una reacción natural del cuerpo para combatir la enfermedad; en muchos casos hace que se genere una reacción muy grande en el cuerpo, y que los vasos sanguíneos se vuelvan permeables como un colador; por eso hay sangrado”, describe.

El agente infeccioso “causa una reacción inmunológica” que lleva a la alteración de varios órganos del sistema digestivo y desencadena náuseas y vómitos”. Al final “el sistema sanguíneo se vuelve un colador”.

Hasta la fecha no hay vacuna o tratamiento efectivo. “Son enfermedades de alguna manera olvidadas, cuyos brotes históricos han afectado a unos cientos de personas y se han concentrado en zonas rurales de África”, analiza Novoa. Esto la convierte en una enfermedad poco atractiva para la industria farmacéutica o, incluso, para la investigación. Hay otras patologías olvidadas, como el Chagas y la enfermedad del sueño. “Son enfermedades que atacan a población pobre y vulnerable”, indica.

T/ Vanessa Davies
F/ Cortesía MSF

Venezuela es un pais socialista y siempre está dispuesta a colaborar con los pueblos del mundo eso lo aprendimos de comandante supremo. Chavez