Con salsa hecha en Venezuela, cultura, alegría y paz, culminó la celebración del carnaval de Caracas 2016, organizado por la alcaldía del municipio Libertador y el Gobierno del Distrito Capital.
Desde tempranas horas de la mañana numerosas familias colmaron los espacios, pues las actividades comenzaron cerca de las 9:00 am cerca de los monolitos ubicados en el corredor vial conocido también como Paseo los Próceres. En ese espacio se instaló La Calle de Panchito Mandefuá y sus juegos tradicionales, una especie de vereda formada por toldos en la que las niña y los niños en compañía de sus padres disfrutaron de distintos juegos, música y espectáculos.
UN “GRAN ACIERTO”
A lo largo del Paseo la Nacionalidad, el cual también incluye el paseo los Ilustres, un desfiles de pequeñas y pequeños lucieron sus coloridos disfraces, entre los que destacaron los de princesas, brujas, hombre araña, superman, piratas, payasos, reinas y próceres de la independencia. También se observaron otros menos tradicionales como los de guajira, Mario Bros y el de una madre embarazada que decidió pintarse la barriga para disfrazar a su futuro bebé.
“Esto es lo que queremos para nuestra ciudad”, expresó Luisa Soteldo, vecina de los Magallanes de Catia. Para esta caraqueña, la idea de conjugar el festival de salsa Caracas con las fiesta carnestolendas fue un “gran acierto” por parte de la autoridades caraqueñas.
Luis Pacheco, habitante de la parroquia San Agustín también manifestó su satisfacción por la programación presentada este año “porque permitió que todos los miembros de las familias se divirtieran”. “Yo vine por la salsa y mis hijos para lucir sus disfraces y disfrutar de los juegos. Estuvo perfecto”, sentenció.
SALSA PARA TODOS
El concierto final del festival de salsa comenzó alrededor de las 3:30 pm con la participación de las agrupaciones anunciadas. A pesar de que en esta parte de la celebración fueron las y los adultos quienes asumieron el protagonismo de la celebración, mediante las imágenes transmitidas por Venezolana de Televisión se observó que la música afrocubana puso a bailar a grandes y chicos.
DISTRACCIONES
La actividad infantil contó con la participación de pinta caritas, malabarista y equilibristas, cultores, payasos, fantoches y un grupo de negritas y madamas que constantemente invitaban a los presentes a participar en los bailes y concursos. También hubo talleres de pintura con caballetes para las y los pequeños artistas, de fabricación de máscaras y de arcilla. Otras distracciones fueron el área maternal para menores de cuatro años, colchones inflables, cama elástica y bailoterapia.
La seguridad de la actividad estuvo a cargo de funcionarias y funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de efectivos de Protección Civil, quienes se desplegaron a lo largo del bulevar para garantizar el sano esparcimiento de las y los visitantes.