El psicólogo social Andrés Antillano aseguró que contrario a las hipótesis que hablan de un agotamiento de la democracia en abril de 2002, “el ejercicio de la política por parte de las masas generó una profundización de esta”. Recordó que en esa fecha, el pueblo fue el gran protagonista.
“Sin duda hay mucho que agradecer a las autoridades que intervinieron, pero sin el pueblo anónimo, modesto, que salió a las calles y ofreció su vida para defender un proceso de transformación, habría sido imposible ese acontecimiento que le cambió la historia a Venezuela”, reflexionó.
No obstante, cree que a pesar de ese avance, todavía queda mucho por hacer. “Los planes de desestabilización de la derecha, así como las prácticas clientelares y asistencialistas que pueden operar desde otros sitios, ponen en peligro el ejercicio directo del poder por parte del pueblo”, alertó.
Insiste en que la movilización popular debe ser una práctica cotidiana, porque es sobre esa base que se profundiza el poder de la gente y la experiencia del ejercicio del poder de manera directa. “Recuerdo haber escuchado en 2002 a gente muy modesta que decía: Yo derroté al fascismo, yo restablecí el hilo democrático, yo rescaté al presidente Chávez; es decir, se sienten y son protagonistas de la historia”, acentuó.
Antillano indicó que “las sociedades avanzan a través de sus crisis, de su propia transformación y de sus propios conflictos”. Para el experto, la democracia es conflicto, pero una negación del conflicto es la violencia. “El golpe de Estado del 2002 y los intentos de desestabilización del año pasado son una negación del conflicto, porque el conflicto supone justamente la posibilidad de poner tesis en debate, en discusión y confrontación”, precisó.
No cree que la politización y la polarización política enfermen a la sociedad. “La polarización y la politización como puesta en cuestión de intereses y falsos consensos es un elemento fundamental para lograr las transformaciones. La utilización de esa puesta en cuestión como mecanismo de chantaje y manipulación es un gran peligro”, cuestionó.
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