El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó este miércoles que su país tiene la «profunda obligación» de contener la violencia armada, para tener un Estado más «seguro».
«No podemos aceptar la violencia causada por las armas como algo rutinario (…) Tenemos una profunda obligación de contener la violencia causada por las armas», dijo Obama en rueda de prensa desde la Casa Blanca.
Pidió a las autoridades estadounidenses hacer de esa nación «un Estado más seguro, más fuerte para que nuestros hijos crezcan».
El presidente subrayó durante su comparecencia en la Casa Blanca que la «mayoría» de los estadounidenses apoya prohibir la posesión de armas de asalto y de cargadores de alta capacidad.
Obama puso de límite el próximo enero para que un grupo de trabajo liderado por su vicepresidente, Joseph Biden, presente propuestas para acometer «reformas reales» sobre la licencia activa de posesión de armas.
La posesión de armas en EE.UU. está protegida por la Cosntitución, tras la tragedia de Newtown (noreste), donde el pasado viernes Adam Lanza, un joven de 20 años de edad, mató a 20 niños y a seis adultos después de haber asesinado a su madre y antes de quitarse la vida.
Según la prensa estadounidense, el estado de Florida ha reportado ventas récord de pistolas desde la masacre escolar de Newtown.
El estado de Florida cuenta con una de las leyes más flexibles para el porte y uso de armas, entre ellas la conocida como «Defiende su posición», aprobada en 2005. Esta normativa permite el empleo de un arma de fuego cuando una persona se sienta amenazada de muerte o de resultar herida de gravedad.
Estados Unidos es el campeón mundial en el número de armas en posesión de civiles, con 270 millones. Unas 88,8 armas por 100 habitantes, según indica Gunpolicy.org.
En 2009, más de nueve mil personas fallecieron por impacto de bala de los 15 mil homicidios registrados.