Ramón Alirio Contreras G. | Las ollas vacías (Opinión)

Si de algo adolece la oposición venezolana es de originalidad. La falta de creatividad es un signo característico de sus prácticas cotidianas. Para continuar con las analogías entre el Chile de la Unidad Popular y el Gobierno Bolivariano de Venezuela nos encontramos el pasado fin de semana, el 24 de enero, con una marcha convocada por la derecha. ¿Cómo la llamaron? La marcha de las ollas vacías. Un calco de la realizada por las clases media y alta contra el presidente Salvador Allende, en diciembre de 1971.

Ese año el gobierno de Allende había alcanzado importantes hitos en el desarrollo económico del país, había realizado un incremento de sueldos y aumentado la inversión social. En consecuencia, el consumo de alimentos aumentó, por lo que hubo un incremento en la relación oferta y demanda de la comida y también en otros rubros, como electrodomésticos. Esa coyuntura fue el punto de partida de los poderes económicos chilenos para descargar la ofensiva de la guerra económica, pues no podían permitir que Allende se consolidara en el poder.

En esa época comenzaron a aparecer las largas colas para adquirir los productos. Los alimentos como aves, carnes, azúcar y luego la harina, llegaban una vez a la semana o cada 15 días. Muchos de estos productos fueron derivados al mercado negro, con precios muy por encima de los establecidos.

En una acción paradójica, las damas de los Barrios Altos (las urbanizaciones venezolanas de clase media alta y la burguesía) salieron desaforadas el 2 de diciembre de 1971, dicen que eran unas cincuenta mil. Bajaron hacia el centro de Santiago con ollas de aluminio que iban golpeando con cucharones. Disociadas en extremo, perdían su “refinada clase”, gritando los peores insultos contra el compañero presidente Salvador Allende.

La marcha, convocada por la Democracia Cristiana, el Partido Nacional y una organización fascista llamada Patria y Libertad, devino en una violencia irracional contra cualquier seguidor de Allende que se encontraban en el camino. Se cuenta el caso de una agresión que casi termina en linchamiento contra un joven de 15 años y a otros los atacaban con sus ollas.

Si bien acá no tienen ejército que se sume a su locura, hay que estar alertas de estas lecciones. Que no nos agarren descuidados.

T / Ramón Alirio Contreras

ese gran dia de la marcha de los carapalidas, debieron bautizarlo como el dia del ayuno nacional,pues mientras antes de CHAVEZ, el ayuno de los pobres era permanente, porque todas las cacerolas estaban repletas de alimentos para la oligarquia, y gran parte de la burguesia parasitaria y apatridas, ahora esperamos cual sera el proximo episodio de la telenovela los que nunca jamas de los jamases volveran a poner sus garras afiladas sobre el poder ,pretenmder que el pueblo retorne al pasado es lo mismo que ver el reloj de la historia dar reverza, por aquello de