Un estudio encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), demuestra que los niños son las principales víctimas del tabaquismo pasivo y forman una importante parte de las 600 mil muertes anuales de personas que inhalan humo de segunda mano.
Con estos datos, cuyos resultados fueron publicados esta semana por la revista médica «The Lancet», se calcula que unos 165 mil niños mueren cada año por esta razón.
Además se estima que las enfermedades cardíacas e infecciones respiratorias, que afectan especialmente a los niños, como el asma y cáncer de pulmón, son frecuentes entre las personas que conviven entre fumadores.
En el texto se señala que la mayoría de las muertes de niños por esta causa ocurren en países en vías de desarrollo, mientras que los fallecimientos de adultos debido al tabaquismo pasivo son más habituales en los países ricos.
Por último, se destaca que «los niños son los más afectados en todo el mundo ya que además no pueden alejarse de las personas que los exponen al humo, que suelen ser familiares cercanos o gente que fuma en casa”.