El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, aseguró este lunes, desde Trípoli, capital de Libia, que una intervención militar en Siria «está totalmente excluida», informó la agencia rusa de noticias Ria Novosti.
Las declaraciones del coordinador de la alianza imperial que este lunes finaliza su ataque militar contra el pueblo libio, fueron ofrecidas luego de que el presidente de Siria, Bashar Al Assad, advirtiera el domingo que un ataque a su país desataría un terremoto «enorme que afectará a toda la región y a gran escala».
Mientras que Rasmussen pidió al gobierno sirio «tomar en consideración las demandas legítimas del pueblo», Al Assad precisó que «si tambalea el Medio Oriente, todo el mundo tambaleará y el costo de tal escenario sería mucho más alto del que el mundo pueda aguantar».
El presidente sirio, quien desde inicios de año comenzó a proponer reformas políticas profundas, declaró que la repetición del «guión libio» es imposible en Siria y que «cualquier escenario semejante al libio costará caro a sus autores».
Desde marzo, Siria está envuelta una ola de protestas a favor y en contra del gobierno que ha alertado de la presencia de grupos terroristas armados enfrentados al ejército nacional. Este ha recibido fuertes castigos que han ocasionado muertes de sus efectivos mientras que centenares de civiles han perdido la vida en los combates citadinos.