Por Walter Ortiz|Para quien subestima (Opinión)

En la guerra, en el amor y en la política, la utilización del factor sorpresa siempre ha sido un medio clave y legítimo para accionar hacia un objetivo concreto.

La oposición política histórica y desacertadamente ha desconocido, despreciado y subestimado las capacidades del chavismo como movimiento político, sin siquiera considerar el aguante que hemos tenido dado un sistemático proceso de aniquilación política anhelada y desarrollada desde la misma noche que el comandante Hugo Chávez, desde el Ateneo de Caracas daba si discurso victorioso, en las elecciones presidenciales de 1998.

Tal cosa no es nueva, ni para Venezuela, ni para América Latina, ni para el mundo. Por ejemplo, la Unidad Popular en Chile, la Unión Patriótica en Colombia, los judíos y comunistas en la Alemania bajo Hitler, sufrieron la misma suerte de manos de quienes en la acción y el discurso niegan la política, irrespetan de manera sistemática la Constitución y desprecian las garantías sociales en ella contenidas, con la excepción de episodios electorales en los que hacen gala de los mejores guiones de mascaras para engañar al pueblo con palabras de inclusión social.

La desesperación actual del Gobierno de Estados Unidos les ha llevado a mover sin rubor alguno todas las tenazas de una guerra total contra Venezuela, a la cual solo le falta la fase militar abierta; pero que en la actual coyuntura tiene como esencia la destrucción de cualquier posibilidad de recuperación de una crisis económica en gran medida generada por sus acciones de sabotaje, sin soslayar los errores propios que nos han puesto en situación de fragilidad lógica.

El ataque a la moneda nacional, con una disparatada subida del precio de un dólar que está dañando ya no solo al país sino a la burguesía que al principio veía este “referencial mágico” de buen agrado, es apenas un exponente mas de esta guerra contra toda una Nación.

Siendo así, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro decidió mover ficha y en una ofensiva inesperada asestó una cuchillada en la yugular de quienes creyeron que desangrar la economía de la República Bolivariana de Venezuela no iba a tener costo alguno. La realidad es clara y con los días la irán sufriendo en sus entrañas quienes maquinaron esta jugada contra nuestro país.

De nuevo queda la lección marcada para quienes siguen subestimándonos, en especial al Presidente de la República, que de manera magistral zumbó en la mesa unos dados que nadie esperaba y que con certeza contribuirán a abrir de par en par las compuertas de las soluciones definitivas a la crisis económica; tal como sucedió con el acuerdo de la OPEP al cual casi solo Venezuela apostó y ya es toda una realidad. Lo que viene es ofensiva política general. Los bolivarianos ya cruzamos el Volga.

walter1982@gmail.com

Propongo para solucionar el problema Monetario qué en lugar de dolarizar la economía asumamos como moneda nacional el peso colombiano. VIVA LA INOCENCIA

  • Este lunes el ciudadano Presidente insiste en creer que los residentes de cucuta, maicao entre otras ciudades colombiana lo quieren, o quieren a Venezuela, pero ellos historicamente siempre nos han agredido y el pueblo neogranadino es el que elige sus gobernantes que mantienen politicas agresivas contra el pais. El gobierno colombiano solo proteje sus intereses, y cada devez que tomamos una medida en defensa del país contra el saqueo que nos hacen a diario nos llaman a dialogar y terminamos cediendo sin lograr NADA. Por ejemplo se cerró la frontera por frenar el contrabando de extracción de los alimentos subsidiados, luego se abrió y que hicieron nos aplicaron el ataque a la moneda, volvimos a cerrar la frontera, y saz hablamos con Santo y nos convencio de lo maluco que somos y eureca frontera abierta será para que ellos coleccionen los nuevos billetes, pero no derogan su politica cambiará qué mantienen en la frontera, No ganamos una.