La voluntad de poder liberar al país y al pueblo venezolano de las injusticias asaltó de manera inminente a Hugo Chávez aquella tarde del domingo 8 de agosto de 1971, cuando, con tan sólo 17 años apenas cumplidos, pisó el Patio de Honor de la Academia Militar, con lo que iniciaba su carrera al servicio de la Patria.
La aspiración de ser pelotero, inspirado en Néstor Isaías «Látigo» Chávez, lanzador de los Navegantes del Magallanes, pasó a otro plano. El amor de Chávez por el béisbol nunca se perdió, pero entendió que un compromiso mayor había emergido. Era —como lo dijo el mismo Chávez en una oportunidad— un nuevo nacimiento.
Se apropió así de aquella frase del maestro Simón Rodríguez: «El hombre nace verdaderamente a la luz cuando adquiere conciencia de lo que es y asume un camino para la vida».
«Por el azar de la vida vine yo a caer aquí. Yo quería ser pelotero, era tribilín, era mi sueño, pitcher, no tenía todavía despierta la vocación militar, pero aquí nació yo creo que el primer día, 8 de agosto 1971», contó el 7 de julio de 2011, durante el recorrido por el alma máter que lo vio formarse.
Venir a la Academia Militar, en Caracas, aún sin el permiso de su padre, quien quería que estudiara en la Universidad de Los Andes, Mérida, había tomado sentido. Ese 8 de agosto comenzó a forjarse el destino de la Patria.
En una entrevista para el periodista José Vicente Rangel en el Patio de la Academia Militar y que fue transmitida ese mismo 7 de julio, reiteró: «yo cuando entré aquí quería ser pelotero del Magallanes, yo entré era para venir a Caracas y jugar béisbol para el Magallanes, quería ser el látigo de Chávez (…) pero me asaltó la voluntad del vivir, la voluntad del poder».
Esa voluntad —agregó— quedó reflejada en El diario de un cadete, escrito por él mismo y en el que plasmó las anécdotas vividas dentro de su Casa de los Sueños Azules. Allí, el 13 de agosto de 1974, unas semanas después de su egreso como cadete, escribió sobre el acto de embestidura del adeco Carlos Andrés Pérez, quien había sido recién electo Presidente.
«Después de esperar bastante tiempo llegó el nuevo Presidente. Cuando le veo quisiera que algún día me tocara llevar la responsabilidad de toda una patria, la patria del gran Bolívar», leyó en esa entrevista en el programa José Vicente Hoy: «Ya era boliviano. Ya yo estaba asaltado por la voluntad de poder», expresó en referencia a aquel nacimiento de voluntad al servicio de la Patria.
En julio de 1975, se graduó con el grado de subteniente de Artillería, especializado en Ciencias y Artes Militares, en la rama de Ingeniería, mención terrestre. Se destacó por obtener las más altas calificaciones en los diversos cursos que realizó en el seno de las Fuerzas Armadas.
«Doy gracias a Dios (…) de vida consciente, porque aquí fue donde uno comenzó a hacerse hombre, a cuajarse, a hacerse soldado y hacerse patriota y bolivariano, y yo estaré ligado toda mi vida a este patio», manifestó aquella tarde del 7 de julio de 2011.