El presidente de Siria, Bashar al-Asad, aseveró que «no está enganchado al poder», y que son los propios sirios quienes deben elegir a su próximo mandatario en las elecciones previstas para 2014.
Véronique De Keyser, una prominente europarlamentaria belga, que se reunió el viernes con Al-Asad, ha anunciado este sábado que durante el encuentro, el presidente ha expresado que “no quiere permanecer en el poder», pero que no tiene planes para «dejar ahora el barco que está a punto de hundirse» en referencia a su país, sumergido en una profunda crisis desde hace más de dos años y medio.
“Lo que está en juego es la unidad de Siria, un país que trata a las minorías con tolerancia. Pero, el surgimiento de grupos radicales no nos deja otra opción que deshacernos de ellos”, afirmó Al-Asad en declaraciones citadas por De Keyser.
Conforme a la eurodiputada, el gobernante sirio está muy “satisfecho” por el pacto entre Estados Unidos y Rusia destinado a requisar y destruir el arsenal químico de Damasco. Y reiteró que Al-Asad «está trabajando para solucionar el conflicto por la vía política».
De Keyser agrega que en el encuentro trató con el presidente sirio la situación bélica, sobre todo las consecuencias de la práctica de los grupos armados de tomar “a la población como rehenes al impedirles el acceso a ayuda humanitaria».
Mientras el Occidente y algunos países regionales no cesan su apoyo a los grupos terroristas en Siria, el Gobierno del presidente Bashar al-Asad continúa adoptando medidas encaminadas a buscar una salida pacífica a la crisis que azota el país.
En este sentido, además de mostrar su firme voluntad de asistir a la conferencia Ginebra II, sin condiciones previas, Damasco solicitó la semana pasada a la Organización de Naciones Unidas (ONU) su incorporación a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas.