Por Hildegard Rondón de Sansó|El principio de sustitución (Opinión)

La joven pareja entró al restaurante y se ubicó en una mesa cercana. Una vez que cada uno de sus componentes tomó asiento, sacó el celular y se olvidó totalmente de su acompañante. Hubo un momento en que pensé que estaban “chateando” el uno con el otro, porque no es posible haber invitado a amigos para pasar la velada y dejar los pensamientos y la mente concentrados en ámbitos ajenos a ellos. Ni siquiera en el momento de decidir lo que debían comer, la pareja intercambio palabras, sino que cada uno dijo someramente el nombre de un plato y continuó encerrado en su mundo electrónico.

Como me sentía culpable de observar con detenimiento la actuación de mis vecinos, lancé la vista hacia el resto del salón y tuve la sorpresa de comprender que casi todos los comensales compartían la comida….con el celular. Fue entonces cuando me pregunté si esta fiebre que ha despertado la aparición en el mercado de nuevos modelos cada vez mas desarrollados, cada vez con un mayor número de funciones, al punto de que llegan a competir con cualquier interlocutor humano, va a durar mucho y hasta cuándo será como lo es ahora, el entretenimiento fundamental del hombre.

¡No hay nada que hacer! Traté de comentar la situación con mis acompañantes y ellos ni siquiera entendieron mi asombro, porque nacieron y se educaron en el mundo electrónico. Me pregunto entonces: ¿Qué es lo que los celulares han sustituido dentro de los objetos y actividades de la vida diaria? La respuesta va a extrañarles, como me extrañó a mí, porque los celulares están desplazando a una enorme cantidad de objetos y actividades entre los cuales me limito a mencionar solo algunos. Así:

.- A los relojes de pulsera. Cualquier “smarphone” indica la hora, por lo que puede prescindirse de los relojes de pulsera; pero si queremos llevar algo en la muñeca, podemos usar los “smarwatches”.

.- A los despertadores, porque cualquier celular tiene alarma y hay multitud de aplicaciones con mas funciones que los despertadores convencionales.

.- A las cámaras fotográficas, ya que si bien inicialmente los celulares tenían cámaras de muy pobre calidad, las actuales han sido perfeccionadas alcanzando las mas recientes gamas de 20 megapixel. Podemos prescindir de una cámara cuando viajamos ya que su tarea es ejercida por el teléfono móvil.

.- A las tarjetas de crédito y, aunque esta función todavía debe desarrollarse, cuando esté mas generalizada, podremos pagar con nuestro celular en cualquier establecimiento mediante la tecnología NFC y no necesitaremos hacer uso de otro medio para hacer efectiva la compra.

.- A las linternas. A los modernos celulares se incorpora una aplicación o “widget” que permite utilizar como linterna el flash de nuestro teléfono. Incluso, hay celulares que tienen una linterna “led súper brillante”.

.- Los GPS y mapas. Los celulares tienen navegadores (GPS) incorporados, y por supuesto, los mapas ya no son necesarios.

.- Las calculadoras. En los celulares existen tanto calculadoras convencionales como las calculadoras científicas.

.- Las grabadoras.

.- Los radios FM portátiles.

.- Las agendas personales.

.- Los calendarios.

.- Los libros impresos, revistas y periódicos.

.- Las transacciones bancarias.

.- Los correos electrónicos.

.- Además, las múltiples “Aplicaciones” (APP).

Incluso están por desplazar a sus propias progenitoras que no son otras que las computadoras formales.

Además, no solo los celulares han hecho las sustituciones que hemos enunciado, sino que, al hacerlo, han inspirado toda una teoría denominada “el principio de sustitución de Liskov”.

sansohildegard@hotmail.com

Es lamentable, pero esa es la realidad en casi todos los espacios pùblicos y a veces hasta en los privados. El telèfono celular ha sustituido todas esas cosas que la articulista enumera y que nos facilitan la vida. Tambièn nos ha permitido descubrir que muchos de nuestros «semejantes» lo unico inteligente que tienen es su telèfono (algunos de los polìticos màs showseros de la palestra pùblica son un ejemplo de ello). Pero lo que NUNCA, JAMAS podrà sustituir un celular por muy inteligente que sea es: Una buena conversaciòn cara a cara con un amig@, la calidez de un abrazo, una sonrisa amable y una buena relaciòn sexual, entre otras cosas.