Hasta el próximo domingo 16 de septiembre se mantendrá la segunda edición del proyecto Arte en Proceso 2012, en la Sala RG del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), en Caracas. Más que una exposición, la iniciativa se ofrece como un espacio para el acercamiento entre el público visitante, las y los artistas, el proceso creativo y las obras.
Para Pedro Sanz, coordinador de artes visuales del Celarg y responsable de la iniciativa, Arte en Proceso 2012 es una renovación del concepto de exposición, en el que los espacios de exhibición se convierten alternativamente en talleres, de manera que los artistas plásticos trabajan in situ, en el mismo espacio donde se muestran las piezas.
En esta configuración el público puede ver el proceso de elaboración de las obras e incluso intervenir, bien sea manifestando cualquier inquietud, solicitando alguna explicación sobre las creaciones, opinando y hasta participando activamente en la elaboración de las piezas.
Esta opción diferente a lo que tradicionalmente vemos como exposiciones surge en respuesta a “los reclamos de las usuarias y usuarios de los espacios expositivos”. Y al mismo tiempo se levanta como alternativa a la museografía y la museología heredadas de Europa y Estados Unidos, caracterizadas por sus formas metodológicas “muy limitativas y prohibitivas”, propias de un esquema en el que “los niños no pueden hablar, no pueden tocar, no pueden correr y al final los distancia de una posibilidad real de entrar en contacto con la creatividad, con los artistas, con el proceso de imaginación y sensibilidad”, explicó Sanz en conversación con el Correo del Orinoco
El encargado de la iniciativa admite que este concepto no es propiamente una novedad. Buscando levemente en sus recuerdos refiere una experiencia similar en los años 60 del siglo pasado. En ese entonces algunos galeristas estadounidenses tuvieron la idea de convocar a sus artistas para trasladar el proceso de creación a las salas de exposición.
El propósito de esos primeros ensayos era netamente comercial. No se volvió a practicar porque “pasó de moda, como siempre pasa en el sistema capitalista”, afirmó Sanz. En Arte en Proceso 2012 el interés no es vender obras. Por el contrario, en su condición de centro de estudios e investigación, el objetivo del Celarg con esta propuesta es elevar los niveles de sensibilidad y de conocimiento de las ciudadanas y ciudadanos y además para que los artistas se apropien de estos espacios expositivos.
Por supuesto, eso no excluye la respectiva celebración cuando alguna de las creadoras o creadores consigue un intercambio comercial de alguna de sus piezas, cosa que ya pasó por primera vez en esta segunda edición de Arte en Proceso. “Eso esta bien y nos contenta mucho, pero el Celarg no se mete en eso porque lo que nos interesa es precisamente es la difusión, la promoción de los artistas y crear la conciencia en ellos de que estos espacios son suyos y que hay un reconocimiento a su trabajo”.
EXPLICAR LO INEXPLICABLE
Las artes plásticas, como todas las demás, son un lenguaje en sí mismas, con características tan particulares que de alguna manera dificultan la traducción de su mensaje en otros códigos. En este particular uno de los aspectos más interesantes de Arte en Proceso, surge cuando el público confronta a la creadora o creador para llegar al fondo del significado de lo que esta viendo.
“Esa parte es muy interesante porque los artistas deben afinar sus ideas sobre lo que hacen para poderlo explicar bien. El público siempre quiere saber cosas sobre lo que ve y ellos (los creadores) tienen que hacer los esfuerzos por hacerle entender lo que están haciendo, que usualmente son procesos complejos”, confirmó Sanz.
En contrapartida, ese intercambio directo con las y los visitantes nutre al artista, incluso a veces en mayor medida de lo que éste le pueda enseñar al público. “Eso es lo que más ocurre, según me han contado los artistas a lo largo de los cuatro meses que lleva esta segunda edición de Arte en Proceso”, afirmó el precursor del proyecto.
En este mismo orden de ideas, a juicio de Sanz, una de las cosas más bonitas de la iniciativa es cuando el público manifiesta un interés especial por alguna pieza y pide al autor o autora que le enseñe cómo se aplica determinada técnica para crear ellos mismos algo similar a esa obra que están apreciando.
Con este ejercicio los expositores, la mayoría de ellos en el proceso final de su etapa de formación académica, pueden apreciar más directamente la importancia de la teoría estudiada y de la justificación de lo que hacen.
“Nada de eso ocurre en una exposición convencional, porque uno nunca sabe qué piensa el público que viene y se va. Y al contrario, los espectadores no saben qué hay realmente detrás de esas piezas expuestas allí”, comparó.
En este sentido, Sanz hace un llamado al público en general, conocedor o no de las artes plásticas, para que se acerque a este espacio concebido para el encuentro, el debate, el intercambio y la participación. La Sala está abierta de lunes a viernes de 10:00 am. a 8:00 pm. Y los sábados y domingos de 1:00 pm. a 6:00 pm. La entrada es libre y gratuita.
“Siempre hay artistas trabajando y algunos de ellos, cuando no están, dejan papeles y cuadernos para que la gente les escriba algo. Esto es algo completamente abierto”, sentenció el coordinador de artes visuales del Celarg