Entender los procesos para impulsar los cambios es fundamental en esta nueva etapa de la Revolución Bolivariana que toca surcar sin la presencia física del Comandante Hugo Chávez.
Luis Berrizbeitia considera fundamental incorporar todo el talento humano para formar una amplia plataforma de apoyo al proceso de transformación que vive el país. Como presidente del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) está enfocado en impulsar el proceso de cambios por el que atraviesa la institución.
Un proceso que no es nuevo, sino que se viene cimentando desde hace un año, desde que arribó al organismo como director general, cumpliendo la tarea que le asignó el ministro del Poder Popular de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Arreaza.
Lo inédito del proceso de transformación de la institución fue que los cambios no se impusieron desde arriba, sino que nacieron de las comunidades.
“Lo importante es que esos 612 proyectos integrales de formación que arrancaron el 1 de abril de 2013 en todo el país, no responden a las necesidades de las empresas sino de las de los colectivos que formaron parte de la formulación de las propuestas”, destacó el presidente del Inces.
La participación popular es fundamental para la formulación de todos los programas formativos que ya están en marcha. Por supuesto, que todo está concatenado con la Gran Misión Saber y Trabajo Venezuela y el proceso de transformación de la institución que pasó a ser un organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación, acotó el titular del Inces.
Asumir un proceso de cambios en una institución que viene funcionando igual desde hace 50 años no fue sencillo. Berrizbeitia reconoció el impulso que le dio a ese proceso el vicepresidente ejecutivo de la República, Jorge Arreaza. “Fue el artífice de todo lo que está pasando en la institución. Se propuso transformarla como titular de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación”, destacó.
Su capacidad de articulación la venía desarrollando el ministro Arreaza también como director del sistema de formación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y antes desde la jefatura de Fundayacucho.
Al frente de esa institución le dio un vuelco, volvió a instaurar el sistema de becas en la fundación y promovió el financiamiento de proyectos comunitarios desde esa institución, recordó el presidente del Inces.
“Su criterio y aporte fue importante para llevar adelante el proceso de transformación del Inces que ahora lo hará desde la Vicepresidencia de la República”, agregó.
CÓMO COMIENZA
Con toda esta experiencia acumulada en el manejo institucional del equipo de Ciencia, Tecnología e Innovación y la concreción de la participación popular en esos proyectos, se echó a andar la transformación del Inces.
La propuesta que se fue amoldando a la formación por proyectos y no por cursos, como estaba antes, se le fueron incorporando otros elementos que permitieran la gestación de iniciativas productivas en los mismos centros de formación del Inces. Es así como se incluyen también componentes de investigación e innovación que puedan ser incorporadas a las unidades de producción socialista.
“Este año estamos dando continuidad al proceso emprendido el año pasado en lo que es la transición del viejo modelo capitalista de capacitación que se instauró por casi 50 años hacia la nueva dinámica de producción bajo una lógica donde el trabajo sea un instrumento liberador”, ratificó Berrizbeitia.
Antes del arranque de los proyectos de formación, recordó el joven dirigente del Inces, fue necesario realizar una acción sin precedentes en la institución, que tuvo su punto álgido durante el segundo semestre de 2012: “Hicimos una evaluación curricular desde los 136 Centros de Formación Socialistas (CFS) en el país, involucrando por primera vez la participación de los y las trabajadoras, maestras y maestros pueblo (antes facilitadoras y facilitadores), colectivos sociales, comunidades organizadas y sujetos en formación”.
Todos estos elementos juntos, puestos en funcionamiento, explican el cómo se genera y arranca un proyecto integral formativo. Se trata de una estrategia metodológica de aprendizaje y trabajo fundamentada en las potencialidades cognitivas de las y los sujetos sociales que aprenden partiendo de su propio contexto, intereses y estrategias cotidianas de aprendizajes, insistió.
El dinamismo que se le impone a los proyectos formativos, advirtió el joven dirigente, implica dejar de un lado la enseñanza mecánica y memorística para enfocarse en un trabajo más retador y complejo que consiste en utilizar un enfoque interdisciplinario en lugar de uno por área para fomentar el trabajo cooperativo.
Estos cambios tuvieron sus antecedentes, rememoró el titular de la institución, en el año 2003 cuando se reformó su reglamento con la finalidad de reorganizarlo y adecuarlo a los intereses industriales del país, dentro del ámbito de un socialismo abierto y participativo. El Inces fue creado en 1959 bajo la denominación de Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE).
LA INTEGRALIDAD
Lo importante, a criterio de Berrizbeitia, es que ese proceso sea integrado, de construcción colectiva, no separado, en el que cada unidad funciona por su lado.
Con esta visión de la integralidad es que la gente se va apropiando del conocimiento de la dinámica productiva. Este es el eje fundamental sobre el que se montaron los 620 proyectos formativos de la institución en proceso de transformación, ratificó.
En esta primera etapa de arranque, se están incorporando 2.109 maestros pueblo (anteriores facilitadores) en el que participarán 16.408 sujetos de aprendizaje (anteriores aprendices), junto a las comunidades y empresarios involucrados en la Misión Saber y Trabajo.
La meta es formar a más de 300 mil venezolanos junto a casi 7 mil maestros populares. “Nosotros los llamamos así porque estamos rescatando la figura Simón Bolívar. Su legado es necesario no perderlo de vista”, indicó el presidente del Inces.
La evaluación en las comunidades también determinó la necesidad de certificar los saberes empíricos de 2.109 sujetos en todo el territorio nacional, con la capacidad de convertirse en maestras y maestros pueblo en apoyo a los procesos formativos del Inces.
Con este nuevo modelo las mismas comunidades determinarán las áreas de formación en función de las necesidades que identifiquen. Lo que se quiere es que se fomenten los proyectos productivos en los mismos centros Inces. “No queremos formar mano de obra, como se venía haciendo, sino sujetos de aprendizaje capaces de emprender las propias iniciativas que respondan a las necesidades y potencialidades de la comunidad”, explicó.
SE MANTIENEN CURSOS ANTERIORES
Este dinamismo de la institución no quiere decir que se esté desatendiendo los anteriores cursos del Inces. Se mantienen esas asignaturas, pero no se van a tratar como cursos, ni se van a anclar en los proyectos específicos que se están desarrollando, adelantó.
Los sujetos de aprendizaje son convocados y plantean las matrices que constituirán la orientación para el tipo de formación que requieren. “Lo que se persigue con esta interacción es que se mantenga la línea de un sujeto liberado, no sujetado a las relaciones de dominación”, enfatizó el servidor público.
“No vamos a dejar de lado lo anterior, como se viene divulgando en algunos medios. Sino que estamos incorporando esas necesidades que todavía existen. Estamos pensando cómo vamos adecuando no solo el contenido, sino también el tema de los espacios y la dinámica de trabajo. Tarea que se le ha asignado a los 24 colectivos estratégicos que funcionan en el territorio nacional que están coordinados con los 136, distribuidos en cada centro de formación”, expuso Berrizbeitia.
La institución tiene como tarea también incorporar a estos sujetos de aprendizaje, que no está ligado a un proyecto de formación concreto, a nuevas iniciativas que se puedan dar en las comunidades, aunque tampoco descartó que vayan a la empresa privada.
El presidente del Inces aseguró que no están excluyendo a nadie, sino que trabajan con una visión incluyente sin perder la perspectiva de transformación de la institución.
EXPERIENCIA CONCRETA EN VILLA DE CURA
El Inces inició los proyectos integrales de formación el lunes 1 de abril en el Centro de Formación Socialista Villa de Cura, en el Valle de Tucutunemo, ubicado en el estado Aragua.
Se escogió esa población porque desarrollaron un proceso interesante que puede ser ejemplo para otras experiencias, tanto por la consideración del contexto en la formulación del proyecto, como por la concreción de la propuesta, aseveró el presidente del Inces, Luis Berrizbeitia.
“En principio el proyecto arrancó cuando surgió una necesidad del pueblo, pero tiene un proceso de maduración. La experiencia vivida por las trabajadoras y trabajadores de la Empresa de Propiedad Social Directa del Valle de Tucutunemo es un buen ejemplo también de su visión de integralidad”, resaltó.
Los trabajadores tenían dificultades administrativas y fallas en el conocimiento de mecánica automotriz (tecnológicas) para echar adelante la empresa de transporte. A partir de ese planteamiento, relató el servidor público, se fue cimentando la matriz transversal con la cual se monta el proyecto integral formativo.
De esa interacción con los trabajadores surgió que no solo era necesario un maestro pueblo (antiguos facilitador), sino dos que respondieran a ambas necesidades. “Esto no quiere decir que se vean como unidades separadas, porque se trata de un solo proyecto que tiene varias dimensiones”, acotó.
En el acto inaugural a Berrizbeitia le llamó la atención la maestra pueblo, Luzmirda González, que se refirió al comandante Chávez como “maestro supremo”.
“Me sorprendió la manera como asumieron su rol y reconocieron al líder de la Revolución Bolivariana en ese proceso de formación. Hay una valoración y un compromiso que al final es el que trasciende en la escuela”, aseveró.
Como parte del proceso de inclusión, el proyecto integral de formación de Villa de Cura también atiende el área de seguridad y ambiente de trabajo, a los estudiantes de la unidad educativa privada Colegio San Luis Rey de Villa.
“Te lo menciono porque quiero rescatar que los proyectos integrales de formación no están marcados por el dedo de Caracas, sino el levantamiento de las necesidades viene de la propia gente del Valle de Cura”, concluyó Berrizbeitia.
SUPERAR EL MODELO DE ENAJENACIÓN
La visión que se está construyendo en el Inces es contrapuesta a la que propone el candidato de la derecha, Henrique Capriles.
“La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) impulsa una visión desde la dominación: por un lado el obrero explotado y por el otro, los patrones que disponen y organizan el trabajo de acuerdo a sus intereses”, explicó el presidente del Inces, Luis Berrizbeitia.
Esta visión está suficientemente documentada, refirió el titular del Inces. Recordó cuando el año pasado, se le preguntó al candidato Capriles si iba a marchar el día del trabajador y el contestó que no lo haría porque él era un empleador.
“Esto está inscrito en la historia, no lo va a poder desdecir nunca. Él no es un trabajador sino un empleador. Si ellos volvieran al poder despedazarían lo que estamos haciendo en el Inces, porque lo que buscamos es la apropiación consciente del trabajo. Eso confronta el modelo de alienación capitalista”, argumentó el titular del Inces.
A criterio del servidor público, la semántica es muy importante en un modelo liberador, por eso llaman a los participantes sujetos de aprendizaje, y a los que antes se catalogaban de facilitadores ahora son maestros pueblo.
Las venezolanas y venezolanos no quieren volver atrás. “Esto está cada vez más claro. Por eso creo que la respuesta del pueblo consciente va a ser firme, en defensa de la paz, la calma, de la participación como única forma de contrarrestar las matrices de desestabilización de la derecha”, planteó.
El respaldo del pueblo a la Revolución Bolivariana en el proceso electoral que se avecina, con Nicolás Maduro, será un paso decisivo en la defensa de institucionalidad que impulsa los cambios, concluyó Berrizbeitia.