Por Ramón Alirio Contreras|Racismo y sexismo en el habla (Opinión)

Nuestra Constitución prohíbe cualquier tipo de discriminación de tipo racial, sexual, social, religiosa y cualquiera otra que atente contra los derechos fundamentales de los seres humanos. Esto, jurídicamente, apunta hacia la legislación y las políticas públicas; no obstante, el racismo o el sexismo se manifiesta en múltiples formas; una de ellas es el habla.

En primer lugar, precisemos para los lectores los conceptos de lenguaje, lengua y habla.

El lenguaje es la capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos. La lengua es el idioma en el cual se configura sintácticamente; es decir, cómo se ordena el sistema (lenguaje) bajo normas gramaticales, en nuestro caso es el idioma español. El habla es el uso individual que cada sujeto hace de la lengua, responde a factores geográficos, sociales, culturales, entre otros que la modifican.

Venezuela ciertamente es un país multiétnico y pluricultural, en la diversidad se sustenta su identidad, pero eso no la hace exenta de prácticas racistas y sexistas.

Cada uno de nosotros, indistintamente de nuestro color de piel, condición social, condición de género, cometemos o hemos cometido en nuestra vida pequeños actos discriminatorios. Especialmente en nuestra habla. Expresiones como “si es mamita”, “los hombres no lloran”, “hazlo como un macho”, “maricón”, “machorra”, “pareces una niña” etc., son muestras de sexismo.

Y en cuanto al racismo, incluso aquellas que pronunciamos de manera afectiva como “negrito”, cuando nadie dice jamás “blanquito”, basado en el hecho de que negrito es la diferencia, lo que no es normal. Luego, otras como “ese negro me asustó”, “la cosa está negra”, “negro de mie…”, estructuras del habla que no son comunes para hablar de alguien de piel blanca.

En nuestra estructura mental olvidamos que por muy blanca que tengamos la piel, como mi caso, todos tenemos cruces con indígenas, negros, blancos. Que los blancos no somos eurodescendientes exclusivos, como los negros no son necesariamente afrodescendientes puros. Bueno, a fin de cuentas, según los científicos, todos en el planeta somos afrodescendientes, donde según dicen, vivieron los primeros humanos que poblaron nuestra tierra.

Nuestras formas de habla representan esquemas culturales que hemos aprendido, por eso la labor titánica de la resignificación de nuestra identidad cultural, con base en los más sublimes ideales inspirados en los valores socialistas y chavistas, tiene que ver con la construcción masiva de mensajes que nos transformen políticamente, para transformar nuestro entorno; hacer de lo abstracto del signo lingüístico que nuestra Constitución nos manda, nuestra realidad cotidiana.

@aliriocontreg

Es cierto, además hay personas que piensan que se la están comiendo cuando utilizan palabras como Aperturar, en diferentes modalidades, Vuelvo y repito redundancia por todos lados y otras frases que al escucharlas pareciera sentir a Don Andrés Bello retorciéndose en su tumba. por ejemplo: Le pidió que aperturara las piernas y muchas otras que hasta los personajes de la televisión creen que les queda de maravilla.