El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseveró este viernes que «el orden mundial no es solo injusto, es inmoral», pues «todo está en función del más poderoso».
Desde Nueva York, Estados Unidos, donde Ecuador recibe la presidencia pro tempore del G77+China de parte de Tailandia, el mandatario criticó que en el mundo globalizado se impulsa la liberación financiera y de mercancías, pero se impide la movilidad del conocimiento y «criminaliza la movilidad humana», en referencia a los refugiados y migrantes, así como la creación de muros en las fronteras.
El mandatario aseveró actualmente «la superación de la pobreza es el mayor imperativo moral que tiene el planeta», pues «las grandes desigualdades que observamos han creado democracias restringidas o abiertamente ficticias».
«La idea de que el libre comercio beneficia a todos es una falacia», sentenció Correa y aseguró que la globalización «no busca crear ciudadanos del mundo, sino consumidores mundiales».
Asimismo, resaltó que solo mediante una justa distribución de la riqueza se revolverán los problemas sociales del planeta. Por ello, el mandatario ecuatoriano instó a buscar una mejor forma de organizar la vida en el planeta a través de la unidad de los pueblos y buscar una nueva forma de gestionar el conocimiento para alcanzar el desarrollo económico.
Correa aseveró que mientras Ecuador esté al frente del G77+China continuará «el trabajo en la promoción de la igualdad económica en el mundo», lo cual solo puede lograrse al garantizar, la soberanía y la paz de los pueblos.
«Necesitamos una acción global para acabar con esta forma de capitalismo salvaje», destacó el presidente ecuatoriano.
Agradeció, además, su agradecimiento por nominar al Ecuador para la responsabilidad de liderar el G77+China.