Cuando un verdadero soldado va al combate, brota de su alma libertaria el espíritu indómito del guerrero. La temeridad y valentía afloran en cada centímetro de su piel y le importa poco perder su vida si la consagra al bienestar de la Patria. Indudablemente cuando la confrontación se hace abierta, directa y conjuntamente en el campo de la batalla, el factor de las hostilidades fortalece resueltamente la disposición corporal y anímica del combatiente para la lucha.
No obstante, la percepción es muy diferente si se tiene que defender el sitio ante las envestidas del enemigo.
La guerra tiene estas perversidades cuando el incursor bloquea los alimentos y demás bastimentos para la manutención de los sitiados. Bolívar no dudó en las tremendas capacidades de su resplandeciente oficial Rafael Urdaneta para ordenarle defender la sitiada ciudad de Valencia en 1814.
Las envestidas de las huestes de Boves y Ceballos con más de 3 mil hombres no medraron las fortalezas espirituales y militantes del amigo eterno del Libertador. La resolución heroica, la lealtad y su probidad ciudadana son las más altas cualidades de Urdaneta como prócer independentista.
Hoy Venezuela lucha contra monstruos de mil cabezas, con legiones de lacayos y vendepatria.
No dudo en calificar que estamos asediados por la conspiración, complicidades y degradación ética, política y económica más artera. Así como la Valencia sitiada por Boves y defendida heroicamente por los patriotas, actualmente se encuentra nuestra República Bicentenaria.
Para enfrentar la guerra económica y demás inmoralidades, requerimos del referente ético del general Rafael Urdaneta; para luchar contra quienes atentan contra la alimentación de la familia venezolana, auspician la corrupción y muchos vicios degradantes de la política y los mercaderes del templo.
La batalla por la habilitante 2013 requiere de la corresponsabilidad y paladines brillantes como Urdaneta, quienes abundan en nuestro pueblo.
Levantemos juntos las banderas patriotas que enarboló el comandante amado Hugo Chávez en medio de los embates de la burguesía apátrida y parasitaria cuando nos dijo: Seamos como Urdaneta, leales a Bolívar, y por lo tanto al proyecto bolivariano; honesto patriota, desprendido para darle todo a la lucha por la independencia, por la nueva independencia nacional. ¡Viva la habilitante 2013! ¡Viva Urdaneta!