Por Pablo Fernández Blanco|La realidad fronteriza (Opinión)

Conozco bien la frontera venezolana-colombiana. La recorrí varias veces y en profundidad. Sé lo que se vive y cómo se vive allí, en esa enorme franja de kilómetros con una raya que nos inventamos para dividir pueblos hermanos. Y por lo que mis ojos vieron, doy fe que Venezuela ha sido un país generoso con los vecinos desde siempre: recibiendo refugiados de la guerra no declarada que vive Colombia; haciendo “la vista gorda” ante miles de migrantes ilegales y permitiendo que se asentaran en este lado hasta fusionarse con los nacionales.

Nada de eso estaría mal si no se hubiera llegado a los límites inimaginables del abuso y el relajo que hoy vemos y que sabemos no es una realidad nueva. Solo que ya se tocó fondo en un escenario de ausencia de Estado que permitió el contrabando, el desangramiento económico, la violencia y el irrespeto absoluto al pueblo de Venezuela; cosa que ningún gobierno decente puede tolerar.

Este es el momento donde tenemos que mirar de una buena vez hacia dentro de nuestro país, asumir los errores políticos históricos, depurar la corrupción que permitió que este estado de cosas ocurra y recuperar gobernabilidad y soberanía en esa franja donde comienza la Patria (no donde termina). Porque la responsabilidad de lo que sucede allí es compartida, por acción y omisión de los dos lados de la raya. Colombia gozó y abusó de este estado de cosas porque no fuimos capaces de poner orden territorial desde hace muchas décadas. Y esto no es un tema de xenofobia como pretenden hacerlo ver los victimarios neogranadinos venidos ahora a «víctimas». Es un tema elemental de justicia y gobernabilidad.

Que un venezolano no pueda conseguir un jabón para lavarse o un paquete de comida y ver como esos productos nacionales contrabandeados se venden por kilos en el vecino país es indignante. Que se lleven nuestra gasolina, como si fuese agua, es inadmisible. Que tengan sometido al terror paraco a pueblos fronterizos enteros es inaudito. Que se lleven el papel moneda para quebrar la economía generando una bola inflacionaria es inmoral. Y que nos cuestionen por cerrar la frontera para acabar con esto de una buena vez es un acto de profunda hipocresía y cinismo. Me importa nada si se le prendió un problema a Santos en Colombia, si van a denunciarnos en la OEA, la ONU o la corte celestial. VENEZUELA SE RESPETA. Apoyemos al Presidente Maduro con estas medidas y las que seguramente le seguirán, para cerrar este capítulo tan nefasto de atropello a Venezuela.

pabloefb@yahoo.com

cierre total de la frontera,llevarla a un solo sitio de control,una entrada,que sea la misma salida.Creo que sería la mejor forma.-nadie dijo que sería fácil.-

  • al diario correo del Orinoco, que pasa con este diario que cuando uno coloca un comentario, le aparece lo siguiente «PROHIBIDA. Usted no tiene permiso para acceder a/wp-comments-post en este servidor, que pasa no quiere comentarios sobre los temas?

  • Esto vuelve a confirmar, el por qué los Colombianos vienen a Venezuela en busca de mejorar su calidad de vida. Nuestra constitución, les da esas oportunidades. El Estado colombiano debería estar plenamente agradecido con Venezuela por haber acojido a tantos de sus ciudadanos, a lo cual él a abandonado. La deportación no es porque sean colombianos, sino porque estan de forma ilegal y realizando actividades irregulares que nos estan desangrando, asfixiando, colapsando y matando. El resto que esta de manera legal, los de buena fé, honestos y trabajadores no están asustados porque no tienen que temer, ahora los que estan delinquiendo sí. Colombianos este es el momento de despertar y Exigir a sus gobernantes que velen por sus derechos y le mejores su calidad de vida.

  • me parece que por fin que el gobierno venezolano, tomo una medida, correcta contundente, para frenar tantas violaciones a nuestra soberanía, por parte de grupos poderosos delincuenciales que desde hace años desangran a nuestro país ,produciendo tantos daños económicos sociales en nuestras fronteras venezolanas. es oportuno para que como lo dice el gobierno venezolano se valla a fondo de verdad se corrija se castigue a tantos delincuentes colombianos y venezolanos anti patriotas que han hechos esos espacio en tierras sin leyes a no sean, la que ellos imponen. y que el estado colombiano asuma de una vez por toda su responsabilidad ante su pueblo colombiano que también reclama justicia y que sufre tantas violaciones y tantas carencias .

  • ALI PRIMERA, CANTA EL ORINOCO Y EL MAGDALENA SE ABRAZARAN ENTRE CANCIONES DE SELVA Y TU NIÑO Y MI NIÑO LE CANTARAN A LA PAZ. EL PRESIDENTE MADURO Y EL PRESIDENTE SANTOS DEBEN CONVERSAR CON SINCERIDAD Y RESPETO. EL PRESIDENTE MADURO TIENE QUE PROTEJER A SU PUEBLO VENEZUELA Y EL PRESIDENTE SANTOS TIENE QUE AYUDAR A SU PUEBLO COLOMBIA. USTEDES DOS SI LO PUEDEN HACER.

  • Tuve la fortuna en días pasados, de recorrer su País por tierra y con mi familia, desde San Antonio hasta Maiquetía…hicimos escalas en cada ciudad y pueblo y tomamos diferentes medios de transporte terrestre. Quedé sorprendido no solo por la belleza de sus paisajes, si no por la cordialidad, hospitalidad y calidez de todos los cientos de venezolanos conque nos cruzamos y en nuestro camino conversamos. Absolutamente nadie nos importunó en todo ese periplo que nos llevó hasta la Isla Margarita y luego de regreso por avión.
    Llegué a la conclusión, de que la gran mayoría de los venezolanos, no tienen ni la remota idea (a Dios gracias) de el odio que se destila en todos nuestros medios de comunicación hacia el gobierno de su País, ya que en ningún momento sentimos animadversión o rechazo. Quisiéramos volver…así como esperamos, que nuestro gobierno le ponga por fín atención a toda nuestra olvidada frontera para que la hermandad entre los pueblos florezca sin odios ni mezquindades.