Más de 80 supuestos «mercenarios extranjeros», entre los cuales podían haber ciudadanos rusos, fueron ejecutados por los rebeldes agrupados en el Consejo Nacional de Transición (CNT) en la ciudad de Misrata, ubicada al noroeste de Libia, según declaró uno de los jefes del grupo insurgente, Abdelaziz Madini, citado por el diario croata «Veсernji list».
Diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos han acusado a los insurrectos libios de perpetrar crímenes de guerra durante su rebelión contra el gobierno del líder libio Muammar Al Gaddafi.
«Eran asesinos a sueldo procedentes de Croacia, Bosnia y Herzegovina, Ucrania, Serbia, Rusia y Colombia. En total 85 personas que fueron apresadas con todas sus armas y pertrechos», alegó Madini para justificar las ejecuciones de los ciudadanos foráneos.
Agregó que los presuntos mercenarios capturados en Trípoli y otras ciudades libias esperan juicio en una cárcel en Benghazi, principal bastión de los insurrectos situado al este del país norafricano.
La organización internacional no gubernamental Amnistía Internacional (AI) acusó al autodenominado CNT de Libia, de cometer crímenes de guerra y llamó a esa entidad a detener la represión y los arrestos de ciudadanos.
“La oposición y sus partidarios secuestran, retienen, torturan y asesinan a antiguos miembros de las fuerzas de seguridad, soldados prisioneros y extranjeros sospechosos erróneamente de haber combatido” junto a las fuerzas del líder Muammar Al Gaddafi, indicó el organismo de derechos humanos en un informe difundido a través de su sitio web.