La seguridad en Ecuador será reforzada este jueves ante las convocatorias que mantienen algunos sectores de la derecha, dirigentes sindicales y una parte de los movimientos indígenas a movilizaciones de calle y paro nacional para tratar de desestabilizar a la nación suramericana.
En Quito, capital de Ecuador, serán desplegados 5.000 funcionarios policiales, informó el viceministro de Seguridad, Diego Fuentes.
Explicó que los efectivos estarán activos en lugares estratégicos de la ciudad para velar por la tranquilidad de la población.
Además, no se permitirá la paralización de ninguna dependencia pública, reseña el sitio web de la Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica (Andes).
En tanto que el jefe de Estado Mayor de la Policía, general Juan Carlos Barragán, indicó que los efectivos policiales tienen instrucciones precisas de mantener el orden y el control público.
“Nadie quiere que los bienes y las carreteras sean destruidos y esperamos que estos pronunciamientos u opiniones diferentes sean llevados a cabo de manera pacífica”, expresó Barragán.
Al dispositivo de seguridad de este jueves también se sumarán funcionarios de la Agencia Metropolitana de Tránsito, Policía Metropolitana, Cuerpo de Bomberos, Dirección Metropolitana de Gestión de Riesgos, y la Agencia Metropolitana de Control y Administraciones Zonales.
En las últimas semanas, el Gobierno del presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha enfrentado hechos de violencia promovidos por la derecha contra la reforma de la Ley de Redistribución de la Riqueza (Ley de Herencias) y de Ganancias Extraordinarias (Plusvalía).
Para evitar más actos violentos, el Ejecutivo anunció su retiro temporal y llamó al debate nacional de la normativa; sin embargo, el presidente Correa denunció recientemente que grupos de derecha seguirán intentando desestabilizar la nación a través de acciones violentas y contra la economía, de cara a las elecciones presidenciales que se realizarán en el país suramericano en febrero de 2017.
Asimismo, ha denunciado en reiteradas oportunidades que existe una estrategia internacional para acabar con los gobiernos progresistas de Suramérica, a través de golpes «suaves».
Ante las pretensiones de la derecha de acabar con el Gobierno legítimo de Correa, movimientos sociales, federaciones sindicales, estudiantes y profesionales han manifestado su respaldo al Mandatario, así como su apoyo al llamado al diálogo nacional.