El presidente chino, Xi Jinping, encabezó este jueves el homenaje al líder y fundador de la República Popular China, Mao Zedong, en una ceremonia en el mausoleo ubicado en la plaza Tianâ Öanmen, de Beijing, con la asistencia de otros dirigentes de esta nación asiática.
Mao Zedong nació el 26 de diciembre de 1893 y murió el 9 de septiembre de 1976. Fue el máximo dirigente del Partido Comunista de China.
«El Partido Comunista de China (PCCh) siempre llevará la bandera de Mao en busca de la modernización de la nación», expresó Xi en un simposio celebrado por el comité central de esa organización, en el cual afirmó que el desaparecido líder fue una gran figura en la lucha contra la opresión.
«Él cambió la faz de la nación y condujo al pueblo chino a un nuevo destino», sostuvo el secretario general del PCCh luego de recomendar una visión histórica correcta para valorar a esta figura. «Los líderes revolucionarios no son dioses, sino seres humanos».
El también presidente de la Comisión Militar Central expresó: «No podemos reverenciarlos como dioses o negarnos a que las personas señalen y corrijan sus errores sólo porque son grandiosos, ni tampoco podemos repudiarlos y borrarlos de la historia por sus faltas».
A juicio del dirigente chino, no se debe atribuir a individuos el éxito en circunstancias históricas favorables, ni culparlos por los reveses en situaciones adversas. Tampoco se pueden usar las condiciones actuales y el nivel de desarrollo y entendimiento «para juzgar a nuestros predecesores».
El Mandatario aseguró que el socialismo con características chinas no cae simplemente del cielo, sino del esfuerzo y el sacrificio del Partido Comunista y del pueblo.
Al simposio asistieron el premier Li Kegiang, Zhang Dejiang, Yu Zhengsheng, Wang Qishan y Zhang Gaoli, todos integrantes del Comité Permanente del Buró Político del PCCh junto con Xi Jinping.