Roque Valero regresa a la gran pantalla con el rol protagónico de Bolívar, el hombre de las dificultades, la nueva película de Luis Alberto Lamata, con producción de la Villa del Cine, Alter Producciones, Wanda Films de España, TVE y el Centro Nacional de cine cubano. Para este filme, el actor hizo varios cambios físicos para dar vida al Padre de la patria y lamenta que después de tanto esfuerzo el presidente Hugo Chávez no pueda disfrutarla.
Estaba previsto que la cinta se estrenara este mes, no obstante, ahora no hay información sobre el día que la superproducción filmada en escenarios de Cuba y Venezuela llegará a las salas de cine.
En conversación con el Correo del Orinoco, Roque Valero explicó los detalles de la vida de Bolívar entre 1815 y 1816, cuando había caído la Segunda República y fue -como pocos recuerdan- un hombre derrotado.
-¿Cómo llegó a esta superproducción?
-Estaba haciendo una telenovela con él (Luis Alberto Lamata) y un día, tomándonos un café, le pregunté cómo estaban las cosas y en la conversación salió el tema de que estaba cocinando este proyecto, que no tenía fecha ni nada, fue como un año antes de que comenzará. Le dije: quiero estar ahí, permíteme hacer el casting. Él hizo un casting abierto a cinco actores en la Villa del Cine, me llamó, me dio los lineamientos del Bolívar que buscaban según el guión que habían escrito José Antonio y su hermano (José Luis Varela), basados en esa idea de Luis Alberto. Hice mi casting y quedé, eso fue a principios de 2012.
-Luis Alberto Lamata cree que la película será polémica. ¿Usted también lo cree? ¿Por qué?
– Es una película polémica. Primero porque se ubica en 1815-1816, en una parte de la vida de Bolívar que nadie ha hablado y su vida tiene tantas cosas que hablar, pero la mayoría de las cosas que se han hecho son sobre el súper héroe, el que liberó cinco naciones. Pero este es el Bolívar que está jodido, el que pocos conocen, que perdió dos repúblicas y se va exiliado a Jamaica botado del país por Boves. Al llegar a Jamaica -lo quieren matar-, busca ayuda de los ingleses que se la dan. Luego se va donde Petión, el presidente haitiano, que lo recibe y logra convencerlo de que le de municiones y un barco para regresar a Venezuela. Cuando comienzas a ver a Bolívar que no está montado a caballo, que no porta el uniforme, en su esencia como ser humano, se sabe que va a causar polémica.
-¿Y cómo era ese ser humano?
-Hermoso, débil. Tenía debilidades, malos pensamientos también. Era un tipo de carne y hueso, no era una estatua y lo bonito de esta película es que pueden nacer otros Bolívar en Latinoamérica. Porque el niño de Petare que ve al Libertador en una película -que no se parece a la estatua a la que solo le ponen flores-, que empieza jodido y termina como héroe, y lo ve sufrir, llorar, sentir temor, equivocarse, piensa: Es un ser humano como yo, yo puedo ser como él. Eso es un punto enorme a favor de la película.
-¿Cuánto tiempo te llevó ese estudio? ¿Por dónde te metiste para estudiar a Bolívar?
-No me caletre la historia de Bolívar. Porque si hubiese enfrentado al personaje por los canales regulares quizá no hubiese encontrado la parte humana. Por ejemplo, Bolívar era de voz chillona. En todas las cosas de Bolívar todos los actores hablan de esta manera -expresó con una voz más gruesa-, con la voz engolada y cada pensamiento lo leen como si Bolívar fuese un locutor. En el libro del Comandante (Los cuentos del Arañero), que habla sobre Bolívar, menciona que era muy flaco, muy bajito, con los pies chiquitos. No era un tipo papiado. Para acercarse más a este Bolívar humano me deslastré de los histórico y busqué lo más sensible de él: Las cartas que le escribía a Manuelita, que aunque no aparece en la película, me funcionó como antecedente. Era un tipo romántico, cursi, como el amor, como se enamora uno, es un hombre que le dijo te extraño a una mujer, te necesito aquí conmigo y es que la única forma de que un tipo tuviera los cojones para hacer todo lo que hizo por un continente, tiene que ser romántico, y él era dueño de un romanticismo fabuloso. Como Luis Alberto (Lamata) es historiador me ayudó muchísimo con material que ya había revisado a propósito del guión.
– En la cinta no sale Manuela Sáenz pero sale Pepita Machado (otra amante del prócer) ¿Cómo fue descubrir ese otro personaje?
-Salen tres mujeres Pepita, que lo hace Samantha Dagnino; Madame Baudril, que lo hace Camila (Arteche) y Paula Woyzechowsky hace de Madame Julian, una emisaria del gobernador de Jamaica para intentar persuadir a Bolívar y lo puedan matar. La historia de amor con Pepita es muy interesante, incluso aparece con una espada peleado en un cuadro que refleja la batalla naval, la única que tuvo Bolívar. Dicen los historiadores que esa fue la única batalla cuerpo a cuerpo que tuvo el Libertador. Muy pocos saben que esa mujer del cuadro es Pepita, la que van a ver en la película.
MARIPOSAS EN EL ESTÓMAGO
-¿No le dio miedo hacer una película de Bolívar?
-Claro (risas), estábamos todos asustaditos. Ayer -por cierto- vi la copia cero y la película es mágica, es entretenida. Los bueno es que los adolescentes van a conocer a un Bolívar real, no van a ver un ladrillo histórico, con una película histórica fastidiosa. Todo lo contrario, es una película de aventura que un adolescente ruso al ver la cinta se va a interesar por la vida del Libertador, un personaje mágico, real, humano.
-¿Alguna vez pensó, reflexionó sobre ese Bolívar, exilado, derrotado, que incluso parece que pensó en el suicidio?
-Me acerco a Bolívar gracias a esta película y cada vez que lo conozco más me arrepiento de no haberlo hecho antes y entiendo más ese amor que sentía Chávez por Bolívar y de por que este país tiene que llamarse República Bolivariana de Venezuela. Es un personaje fascinante que deberíamos conocer cada día más y más. Hay una anécdota: Estábamos filmando en Cuba, venía vestido de Bolívar y iban saliendo unos franceses de un restaurante en Trinidad, una zona de Cuba, los tipos me vieron y se quedaron viéndome y comenzaron a decir: ¡Bolívar!, eso me emocionó mucho, era de noche, estaba filmando desde las 5:00 am y conseguirse con algo así es muy motivador. Al ver que un francés identifica un personaje histórico de tu país, admites que desde hace años debiste conocer más sobre la vida del prócer.
-En la película hay un duelo y esa es la imagen del cartel de la película ¿Por qué?
-No sé, eso es de la gente de publicidad. Es una imagen hermosa de Bolívar con la pistola y bueno… no voy a contar que pasa ahí, en el duelo obviamente no lo matan. La imagen habla de lo que era Bolívar, un tipo arriesgado. Al ver la secuencia se ve que el tipo tenía dos pares de cojones y que esa cosa romántica, impulsiva, es lo que hizo que el tipo tomara decisiones drásticas en su vida, que se sacrificara y que dedicara su vida por la libertad de Latinoamérica.
FÍSICO Y ESPIRITUAL
-¿Todavía le persigue el personaje?
-Hubo todo un proceso físico y espiritual dentro de la creación del personaje. Usaba lentes de contacto negros, me tuve que pintar el pelo de negro durante ocho meses. Mi vida cambió durante todo ese tiempo porque tuve cambios físicos drásticos y filmar con los lentes fue rudo. El trabajo físico fue muy comprometido. Tuve que perder peso, fueron bastantes kilos a punta de dieta, esto por el amor al personaje y el compromiso que conlleva hacer un personaje histórico de magnitud universal.
-Cree que la otra película sobre Bolívar, de Alberto Arvelo, le quite espectadores o emoción a la de Lamata.
-Es mágico que en este país por fin existan dos películas al mismo tiempo de Simón Bolívar, eso suma, nos beneficia a nosotros como país, como cultores. Son dos películas completamente distintas. La visión del Alberto Arvelo de Bolívar es muy distinta a la de Lamata. En la otra hablan de toda la vida de Bolívar, nosotros solo nos dedicamos a hablar de un año específico. En aquella película hay batallas de caballos y en esta tenemos una batalla naval.
-¿Está satisfecho con lo que hizo en la película?
-Un actor siempre queda insatisfecho, porque cada vez que ve la película piensa que ha podido hacer otra cosa, uno siempre está tratando de crear. Estoy contento porque el equipo está contento con lo que se hizo, pero uno nunca está satisfecho.
RESPETO POR EL ARTE
-¿Todavía lo fastidia la gente por su posición política?
-No, ya no, gracias a Dios las cosas bajaron bastante, ya la gente como que tolera o se le fue el shock que les provocó el que me haya pronunciado políticamente por fin. Honestamente, siento que ya la gente entendió que cada quien tiene la libertad de poder opinar y expresarse como muchos artistas en el mundo, que apoyan una corriente política y son respetados por su arte.
-¿Ya despidió a Chávez de su corazón?
-No (risas). Es una lástima que Chávez no esté vivo para el estreno de la película. Cuando estábamos regresando de filmar en La Habana para continuar en Puerto Cabello, él partió malito a la capital cubana. Siempre tuvimos la expectativa entre gran parte de los compañeros cómo sería la cara de Chávez de este Bolívar, que él cita de Andrés Eloy Blanco, con voz chillona, ese era el que Chávez tenía en mente, es una lástima. La lucha sigue.