Rusia retira su firma del Estatuto de Roma, tratado por el que se creó la Corte Penal Internacional (CPI), por considerar que no es un tribunal independiente.
«La Corte Penal Internacional carece de independencia y autoridad y, durante 14 años de su funcionamiento, ha mostrado su ineficacia», ha anunciado hoy miércoles el Ministerio ruso de Exteriores a través de un comunicado.
La Cancillería de Rusia manifiesta en él que el tribunal no ha cumplido en ningún momento las grandes expectativas que generó ni ha desarrollado una independencia real. Su trabajo es, por el contrario, calificado de «parcial e ineficiente» por el Ministerio.
En estas condiciones, plantea la nota, no puede existir confianza en la CPI, por lo que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha decidido «retirar la firma de este documento».
Cabe mencionar que Putin ha firmado, también hoy miércoles, un decreto sobre la negativa de Rusia a seguir formando parte del Estatuto de Roma.
El comunicado del Ministerio también expresa preocupación por las acciones de la CPI en relación con el conflicto de Georgia de 2008, señalando en particular que «el ataque del régimen de Mijaíl Saakashvili (entonces presidente georgiano) a la pacífica ciudad de Tsjinvali y el asesinato de pacificadores rusos generó acusaciones lanzadas por la CPI contra los militares rusos y las milicias surosetas».
El texto recuerda también que la CPI descartó investigar acciones de los mandos georgianos que habían provocado numerosas víctimas, lo que dificulta la confianza en el organismo.
Aunque nunca llegó a ratificarlo, Rusia firmó en el año 2000 el tratado por el que se creó esta jurisdicción penal, encargada de juzgar a personas acusadas de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad.
La Corte Penal Internacional comenzó oficialmente a funcionar en La Haya (Holanda) en 2002. La CPI es el primer tribunal internacional permanente creado para abordar casos de delitos graves. No forma parte de la estructura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero puede iniciar procedimientos a propuesta del Consejo de Seguridad de este organismo internacional.
La revocación de la firma rusa se suma al anuncio de la retirada de la CPI, en octubre, de Sudáfrica, Burundi y Gambia, que habían realizado todo el proceso de ratificación del Estatuto.