Durante su visita oficial a España para asistir a la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reiteró la voluntad de su Gobierno por acabar con el conflicto armado que afecta a su país desde hace más de 50 años.
Santos subrayó que tiene claro cuáles son las líneas rojas de su administración y los aspectos que están dispuestos a ceder en estos diálogos, y los que no.
«Necesitamos avanzar socialmente. Silenciar los fusiles es una condición necesarísima para alcanzar la paz. Encontramos las condiciones y empezamos esta semana el proceso. Vamos a ensayar, tenemos la mejor voluntad, conocemos las líneas rojas, dónde estamos dispuestos a ceder y dónde no», dijo el mandatario.
Asegura que nunca prometió en en campaña que iba a entregarles a los colombianos un país en paz, «pero es mi obligación, inclusive constitucional, generar las circunstancias adecuadas para lograr la paz».
El mandatario colombiano reiteró que si no se logra el fin del conflicto, el país no pagará ningún costo por eso.
«Si encontramos la buena voluntad de la contraparte habrá paz. Si no podemos tener éxito, el país no sufrirá un costo alto y seguiremos viviendo como lo hemos hecho en estos años, en los que hemos venido avanzando de forma positiva», dijo.
Tras dos años de conversaciones exploratorias, el pasado mes de septiembre el Gobierno de Santos anunció el inicio de un diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) cuya segunda fase comenzará el próximo lunes en Cuba, con el tema del desarrollo agrario integral como primer punto.