El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, manifestó este jueves en Trípoli, capital de Libia, que las fuerzas extranjeras, alineadas con la Organización Tratado del Atlántico Norte (OTAN), “deben acabar el trabajo iniciado”, puesto que el líder libio Muammar Al Gaddafi “es un peligro».
Sarkozy, quien realiza una visita a la nación norafricana junto al primer ministro británico, David Cameron, se reunió con el representante del autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdel Jalil. Ambas personalidades insistieron en la necesidad de capturar vivo a Gadafi.
El Mandatario francés afirmó que Gaddafi «tiene que ser detenido» y aseguró que no se trata de «un ajuste de cuentas, sino de la aplicación de las reglas del derecho internacional sobre los crímenes cometidos en el país norteafricano”.
En ese sentido, justificó la invasión aérea de la OTAN, bajo el amparo de la resolución de la ONU, manifestando que “las fuerzas extranjeras hicieron lo que consideraron correcto para forzar la salida del coronel Gaddafi y defender a los civiles» de presuntas arremetidas de los leales al presidente libio.
Sarkozy aseguró además que mientras la paz esté amenazada, Francia permanecerá junto al pueblo libio y subrayó que espera que Siria pueda también ser un país libre algún día. “Es importante que todos los dictadores del mundo entiendan que no habrá un solo lugar en el mundo del siglo XXI en el que puedan gozar de impunidad (…) La impunidad se ha terminado», dijo.
El pasado mes de marzo, Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio que ahora es perseguido por los mandatarios europeos, reveló que Libia financió campaña electoral de Nicolás Sarkozy y aseguró que tenía en su poder todos los documentos, las cuentas bancarias y los movimientos de las transferencias.
“Sarkozy debe devolver a Libia el dinero que tomó para financiar su campaña electoral. Fuimos nosotros los que financiamos su campaña, tenemos todos los detalles y estamos listos para revelarlos”, expresó.
En agosto del 2007, el grupo europeo de aeronáutica y defensa de Francia confirmó la venta de misiles antitanques “Milan” a Libia por 168 millones de euros. La operación levantó polémica en la opinión pública y el Parlamento francés solicitó una investigación para «aclarar» las negociaciones que no habían sido informadas, informó el Diario Vasco.